El acogimiento familiar se convierte en un pilar básico en la educación de los menores en situación de riesgo. Por ello la Junta de Andalucía, a través de su entidad Hogar Abierto, presta ayuda a 784 menores en la provincia de Málaga. El delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, y el delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Daniel Pérez, informaron ayer del valor que tienen este tipo de familias para el desarrollo del menor y la necesidad que tiene el propio ente público de familias que se presten a ello.

La campaña que presentaron ayer lleva el título «El acogimiento familiar: un abanico de posibilidades», en ella se repartirán más de 6.000 abanicos durante el mes de agosto en los que se explica a los malagueños cómo pueden formalizarse como familia de acogida y la necesidad que hay de ellas.

En Málaga hay en la actualidad 150 familias ajenas que están involucradas en el servicio, «a las que hay que sumar otras 500 familias extensas, que son las que forman parte de la propia familia del menor», señaló Ruiz Espejo. Sobre esto, el delegado territorial de salud señaló «la importancia de ampliar el número de familias con las que contamos, ya que en los centros de protección de Málaga existen actualmente menores que son susceptibles de encontrarse en acogimiento familiar y disfrutar de los beneficios que ofrece esta medida frente a la institucionalización».

El presidente de Hogar Abierto, Alberto Peláez, aseguró que «las familias de acogida proporcionan a estos menores otro mundo, otras formas de entenderse con los demás. Nosotros les ofrecemos un punto de referencia para que no se separen de un sentimiento familiar».