Málaga vivió ayer un día histórico, aunque incompleto. El metro de Málaga empezó a prestar servicio en el 81% de su trazado, cinco años después de la primera fecha prevista de apertura y con el reto de llegar al Centro a finales de 2017, algo a lo que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, se comprometió con el aval financiero suficiente.

El inicio del metro de Málaga se dio a las 12.35 horas con un «cuando quieras» a cargo de Susana Díaz, que desde la estación de El Perchel se comunicó con el coordinador del Centro de Control del metro, Juan Ocaña, para dar la orden de salida del primer convoy. Apenas un minuto después, Verónica Ganado, la única conductora de la empresa Metro de Málaga, arrancó el primer tren para iniciar la puesta en servicio.

En su interior, una representación de la plantilla formada por 40 trabajadores y una persona que sirve de nexo de unión entre el nuevo sistema de transporte con el antiguo tranvía de Málaga, Vicente Ruiz, de 90 años y conductor del tranvía.

Este acto de inauguración fue una inyección de moral para la ejecución del metro, ya que ha servido para hacer visible esta infraestructura entre la población. Una hora antes de la apertura de las puertas, prevista a la una de la tarde, ya había usuarios esperando en paradas como Andalucía Tech, El Cónsul o en las afueras de El Perchel. De hecho, una vez que se abrió al público, las colas se hicieron evidentes en una jornada de viajes gratuitos para dar a conocer el suburbano entre la población.

«Me gusta mucho, es muy amplio». «A ver cuándo llega al Centro, porque ahora no sirve para mucho». «Me ha encantado». «Ha merecido la pena esperar a que lo abran». Las opiniones eran en general positivas, aunque con algún que otro lamento porque no llega al Centro. No fueron los únicos, ya que la propia concesionaria estima que la entrada en la Alameda será un punto de inflexión en el aumento de la afluencia de usuarios.

Un grupo de profesores del colegio Manuel Siurot gozaron de un puesto de privilegio en la inauguración, ya que fueron seleccionados por la concesionaria Metro de Málaga para asistir a la inauguración y ser los primeros malagueños en acceder a los andenes en la estación de El Perchel, una vez que la presidenta de la Junta; la ministra de Fomento, Ana Pastor; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y la consejera de Fomento, Elena Cortés, abrieron las canceladoras de billetes.

El metro al Centro La terminación del metro y su llegada al Centro es la asignatura pendiente que estaba en boca de los 400 invitados y 120 periodistas acreditados a la inauguración del metro. El ambiente de satisfacción por la puesta en servicio de esta infraestructura no escondía la necesidad de avanzar en el proyecto. Esta necesidad la recogió la propia Susana Díaz en su discurso, con su compromiso de llegar al Centro y completar el trazado al Hospital Civil para 2017. Y la promesa la hizo acompañada del respaldo financiero suficiente con los 138 millones de euros ya aprobados y consignados por el Consejo de Gobierno para los tres tramos pendientes.

La llamada al «consenso institucional» y la defensa del nuevo trazado del metro «más acorde con los tiempos» marcaron los ejes de la intervención de Susana Díaz, que quiso defender así la necesidad de cumplir sin más modificación el acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento de Málaga en noviembre para asegurar que en tres años esté la red completa «otorgando así la rentabilidad y equilibrio económico y social que requiere esta infraestructura».

En este sentido, De la Torre valoró que haya «un compromiso político» para completar los tres tramos pendientes.

Consenso y Cercanías La presencia de representantes de las tres grandes administraciones implicadas en el proyecto del metro (Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Málaga y Ministerio de Fomento) sirvió para que la defensa del consenso entre las instituciones brillara en los discursos.

No fueron pocos los llamamientos para mantener la coordinación entre las instituciones, algo de lo que ha adolecido el proyecto hasta noviembre de 2013, cuando un acuerdo entre la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Málaga desbloqueó el proyecto.

Al menos ahora todos se apuntan a él y se erigen en impulsores del metro. De la Torre insistió en «la colaboración y lealtad» del Ayuntamiento en este proyecto, mientras que la ministra de Fomento, Ana Pastor, resaltaba que han aportado 60 millones de euros a esta obra, que ronda los 600 millones de euros.

Precisamente la aportación financiera le valió a Carlos Guille, director general del Banco Europeo de Inversiones (BEI), un lugar de privilegio en el acto de inauguración. Ofreció el segundo discurso, en el que reconoció los «dolores de cabeza» que ha ofrecido este proyecto, el primero que avaló a su llegada a la institución financiera.

Guille, quien resaltó la aportación de 370 millones de euros en créditos a la construcción del metro, consideró importante el desarrollo de esta infraestructura, que ha superado importantes escollos como la falta de financiación por culpa de la crisis económica.

Pero más allá de hacer recuento de lo aportado, Pastor también quiso mirar un poco más allá y ofreció a la Junta y al Ayuntamiento la disponibilidad del Cercanías para compatibilizar los billetes y ofrecer viajes combinados con el metro. Así, recalcó el interés por desarrollar un billete único que fomente la intermodalidad entre el metro y el Cercanías, que en 2013 movió 9,6 millones de viajeros entre las dos líneas en servicio en la provincia.

Pastor mostró su «satisfacción» ante el hecho de que se ponga en marcha «una gran obra» como es la del metro de Málaga: «una inversión productiva, con un retorno social y económico».

Esa intermodalidad fue defendida también por Francisco de la Torre, quien reclamó también la integración con la EMT para «obtener el máximo partido de la infraestructura realizada y crear las mejores condiciones para la intermodalidad».

Cortés, por su parte, afirmó que el metro era un proyecto «sobredimensionado» que ha sido reconducido.

Después de la inauguración oficial, el metro abrió sus puertas para los ciudadanos, que ayer pudieron viajar gratis y como era de esperar hubo una afluencia masiva. Así lo han demostrado los 48.632 viajeros que esta nueva infraestructura ha contabilizado en sus primeras ocho horas de funcionamiento. La afluencia de ciudadanos en algunos momentos ha sido desbordante. Por ello, la buena acogida y la cifra de viajeros acumulados desde las 13.00 a las 21.00 horas hicieron prever a la Consejería de Fomento y Vivienda que, al término del servicio, a las 23.00 horas de ayer, se superen los 50.000 pasajeros, informaron fuentes del departamento que dirige Elena Cortés.

La red está gestionada por la concesionaria Metro Málaga de la que forman parte FCC-Globalvía, la Agencia Obra Pública Junta de Andalucía (AOPJA), Sando, Cajamar, Constructora Vera, Cointer y Comsa Emte.