­Fueron sus primeras palabras, tras la salutación de rigor a las distintas autoridades, para recordar que el metro que echaba a rodar ayer no era el proyecto completo que se programó en 2003. Al alcalde, Francisco de la Torre, le queda clavada esa espinita muy adentro. Y ayer no tuvo más remedio que expresar su deseo de que esta obra pueda llegar a La Malagueta, tal y como estaba previsto inicialmente, «completando la y griega del metro malagueño». «Llegarán momentos en que la economía permita abordar y terminar la continuidad plena de estas obras», señaló el regidor durante su intervención.

De la Torre tampoco escatimó para incidir en que el de ayer fue un día histórico para Málaga. No obstante, todavía queda trabajo por hacer, más allá incluso de continuar con la ejecución de los tramos pendientes. Según dijo el alcalde, «lo que hay que hacer es obtener el máximo partido de la infraestructura realizada y crear las mejores condiciones para la intermodalidad de todos los sistemas de transporte público de la ciudad y de su área metropolitana aprovechando las sinergias que entre ellos se van a producir», subrayó. Aquí aprovechó para recordar el potencial de la EMT, con sus 45 millones de viajeros anuales, «que va a complementar y apoyar de manera importante las funciones del metro». También el Cercanías o la red interurbana de autobuses, cuya estación está al lado de la del metro en El Perchel.

Del mismo modo, Francisco de la Torre quiso hacer hincapié en que uno de los grandes retos de las grandes urbes en el mundo es «abordar los objetivos de movilidad en términos sostenibles en el plano ambiental y en el plano económico». Málaga, una ciudad dinámica con un espacio metropolitano cada vez más importante, no podía suspender esta asignatura.

Por este motivo, la puesta en servicio de un equipamiento como el metro «debe quedar señalado positivamente como un día histórico para Málaga».

Por último, el alcalde recordó los múltiples avatares sufridos por esta obra a lo largo de la última década. «Ha tenido paradas o paréntesis a veces demasiado largos, cambio de proyectos, dificultades sin número, tramos realizados por la concesionaria, otros directamente por la Junta. Y en lo que se nos ha pedido y en lo que se deduce de nuestras obligaciones, en relación con los compromisos firmados en el año 2003 y nuestra responsabilidad como Ayuntamiento de Málaga, hemos estado siempre en una línea de máxima colaboración y lealtad», explicó.

Será la actitud que mantenga el Consistorio, «sin perjuicio de la obligada defensa de los intereses de nuestra ciudad», dijo, cuando haya que abordar los asuntos pendientes de aclarar y definir. Por este motivo, no dudó en calificar el metro de Málaga como «un ejemplo de la colaboración de las tres instituciones, Estado, Junta y Ayuntamiento», así como de la colaboración pública y privada.