­Los alumnos andaluces más pequeños revelan que el futuro no pinta tan negro para la educación en Andalucía, acostumbrada a ocupar los últimos puestos en los ranking, como PISA. Es cierto que la Comunidad ha tenido que arrastrar un importante lastre cultural a lo largo de los años, con tasas de analfabetismo elevadas hasta hace muy poco. Un par de generaciones escasas. Sin embargo, los resultados de las últimas pruebas Escala, que sirven para medir las competencias de los escolares de segundo de Primaria en escritura, cálculo y lectura, permiten albergar grandes esperanzas.

Esta prueba proporciona información objetiva y rigurosa sobre las competencias básicas y destrezas que adquieren estos alumnos en los primeros años de escolarización obligatoria y determinan, en gran parte, el éxito o el fracaso del resto de su vida escolar. Pero también sirve para detectar carencias que puedan ser corregidas a tiempo. Son estudiantes que tienen siete años y que prácticamente acaban de empezar a ir al colegio.

El consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, ofreció ayer en Sevilla los datos correspondientes al pasado curso. En total, 93.357 alumnos de centros públicos, concertados y privados de la comunidad completaron en mayo la prueba Escala (más de 17.000 estudian en centros de la provincia de Málaga). Y los resultados son buenos, mejores inclusos que los registrados el pasado año.

Los alumnos andaluces mejoran y para el 76% de los encuestados los resultados son brillantes, ya que alcanzan los máximos niveles en razonamiento matemático; mientras que el 70,5% de los que contestaron a las preguntas demostraron un absoluto dominio de la comunicación lingüística. Esto significa un crecimiento del 4,2% en matemáticas y un avance del 3,9% en lingüística, respecto al curso anterior.

El consejero subrayó que estos datos son consecuencia del esfuerzo del profesorado, «que se ha implicado en la adopción de una metodología basada más en la adquisición de competencias y en la participación, cada vez mayor, de las familias en la educación de sus hijos», según informó la Consejería en un comunicado.

La prueba establece una escala del 1 al 6 para medir las competencias básicas de los estudiantes, siguiendo los mismos parámetros homologados de PISA. Según Alonso, en Andalucía se está evaluando para mejorar, no para seleccionar o para establecer rankings de rendimiento. Así, explicó que «por eso esta prueba se hace en segundo de Primaria y no al final de la etapa como obliga la LOMCE». «De este modo, tendremos elementos y tiempo suficiente para corregir aquellos problemas que se detecten y, por tanto, se podrá prevenir el fracaso escolar», aseguró. Asimismo, recordó que las familias han recibido un informe en el que, con un lenguaje sencillo y comprensible, se les explica con detalle cuál es el grado de competencia de sus hijos. Además, hizo hincapié en que este documento es «exclusivamente para su información, sin que con ello se pretenda hacer clasificación ni segregación alguna».

Respecto a los resultados de la prueba Escala, Luciano Alonso resaltó la evolución del alumnado que alcanza el máximo nivel (el 6), donde se sitúa en el 51% en competencia matemática y en el 43,2% en lingüística, mientras que hace dos años, en el curso 2011/12, el valor máximo se situaba en el 37% y 29%, respectivamente. También valoró que haya descendido el volumen de alumnado en los niveles inferiores de la escala (el 1 y el 2). «En el mismo periodo se ha reducido a la mitad», explicó.

En cuanto a la prueba de destrezas lectoras que se ha realizado a una muestra de 32.579 escolares, los datos han avanzado que el alumnado andaluz de este nivel educativo cada vez lee con más fluidez y, además, comprende adecuadamente lo que lee. Así, los estudiantes leen de media 90 palabras por minuto, y con un nivel de exactitud lectora del 98,2%, mejor que en las ediciones anteriores. También se avanza en el procesamiento sintáctico, es decir la puntuación y entonación adecuadas. En cuanto a la comprensión lectora, más del 50% de la muestra ha contestado con total corrección a las diez preguntas que se le plantearon sobre el texto leído, siendo el número medio de aciertos de 9.

Para Alonso estos datos están demostrando que las medidas puestas en marcha por la Junta para avanzar tanto en competencias básicas como en la aplicación de los conocimientos están dando resultados. Como ejemplo de ellas, iniciativas como el plan de Familias Lectoras que han propiciado que 140.000 padres y madres adquieran el compromiso de leer con sus hijos.