Las dos grandes casetas de feria de la zona de juventud del Cortijo de Torres se han quedado sin adjudicatario, tras ser declarado desierto el concurso para la concesión de estos nuevos espacios, que iban a sustituir a las 16 casetas que había el año pasado.

El Ayuntamiento de Málaga ha dado por cerrado el concurso para adjudicar las dos macrocasetas, con 960 metros cuadrados cada una, sin encontrar una empresa que las gestione. Las tres ofertas presentadas al concurso se han ido descolgando poco a poco. Dos por renuncia explícita a la adjudicación y otra por no presentar la documentación requerida.

Curiosamente, las tres ofertas que aspiraban a la concesión eran de empresarios de fuera de Málaga. En concreto, se presentó la cordobesa Espectáculos Doble A, la pacense Producciones de Grandes Eventos y el granadino Francisco Toro Funes. No despertó interés entre los empresarios malagueños, como reconoció el vicepresidente de la Asociación de Salas de Fiestas y Discotecas de Málaga, Juan Rambla, quien recordó que el año pasado «todos perdimos mucho dinero en esa zona».

La declaración del concurso como desierto se produjo el martes tras constatar la renuncia de dos preadjudicatarios, así como la falta de documentación presentada por la tercera de las empresas a requerimiento municipal. Llama la atención que la renuncia se produzca poco después de presentar una oferta y ser seleccionado con ella.

Rambla subrayó que esta fuga de empresarios se explica por la gran cantidad de requisitos y costes que tienen que afrontar para abrir en Feria, que disuaden de asumir la gestión de una caseta en el Real, ya que el consumo «es pequeño y el botellón quita muchos clientes» a la zona de la juventud.

En este concurso en concreto, la gestión de cada caseta durante los ocho días de feria supondría el abono de un canon al Ayuntamiento de 4.000 euros como mínimo. A esto se le sumaría el acondicionamiento de los 960 metros cuadrados de espacio disponible en cada una de ellas.

El fracaso de esta convocatoria pública deja en el aire la oferta de ocio de la zona de la juventud del Cortijo de Torres, que por ahora sólo tiene asegurada la presencia de la caseta del área de la Juventud, la de Colega y una tercera de poco tamaño.

El vicepresidente de la Asociación de Salas de Fiestas y Discotecas de Málaga insistió en el impacto del botellón en la viabilidad de las empresas, ya que «los jóvenes beben a precios con los que no podemos competir ni podemos poner las copas muy baratas, porque asumimos mucho gasto con la caseta y sólo tenemos ocho días para recuperarlo».