Algo pasa durante el periodo académico de los estudiantes malagueños en la UMA. Algo que hace que muchos de ellos, y a pesar del empeño que pone la Universidad por fomentar el espíritu emprendedor entre sus alumnos, muchos se echen para atrás y finalmente renuncien a querer montar su propio negocio. Si el 35% de los preuniversitarios malagueños tiene pensado fundar una empresa cuando se gradúen, la realidad indica después que sólo lo consigue el 7% de los egresados.

Puede que sea atrevido extrapolar la información facilitada por 409 alumnos, que respondieron a la encuesta de la consultora Círculo Formación durante la pasada edición del Salón de Orientación Universitaria Unitour, celebrada en Málaga el pasado mes de febrero. Este estudio revela que la mayoría de estudiantes de Bachillerato malagueños cree que trabajará en una empresa privada (40%), sin embargo, al 35% le gustaría poner en marcha su propio negocio. Estos datos posicionan a Málaga como la ciudad más emprendedora, junto con Toledo.

Sin embargo, Círculo de Formación coincide en afirmar que si se comparan estos datos con los obtenidos en las encuestas de la Feria de Estudios de Postgrado FIEP, realizadas a universitarios, recién graduados y jóvenes profesionales, «el espíritu emprendedor se atenúa con los años». Así, mientras el 35% de los estudiantes de bachillerato malagueños tiene pensado montar su propio negocio, sólo el 23% de los jóvenes encuestados en FIEP-Málaga considera esta opción.

Los datos reales van más allá, ya que según un reciente informe de la Universidad de Málaga, sólo el 7% de los alumnos que terminan su carrera optan por el autoempleo. Esto no quita que más adelante, haya más egresados que se decidan a crear su propia empresa y apliquen los conocimientos aprendidos en sus años en la UMA, una Universidad pionera en fomentar el emprendimiento. Ahí está, sin ir más lejos, la convocatoria anual de los premios Spin-Off, creados en el año 1997. De este modo, la institución académica malagueña impulsa la actividad emprendedora de los universitarios malagueños promoviendo la constitución de nuevas empresas innovadoras y tecnológicas.

Del mismo modo, muchos grados ya incluyen en su currículum asignaturas específicas para fomentar el emprendimiento. Enseñan técnicas y competencias para que los estudiantes sepan cómo crear su propia empresa cuando acaben sus carreras, independientemente de la rama del conocimiento a la que pertenezcan. Estas asignaturas tienen carácter trasversal y son optativas. Luego, no todos los alumnos son dirigidos a que tengan que ser empresarios.