El ruido en el Centro y Teatinos se ha convertido en uno de los principales problemas de la ciudad. Esto ha llevado al Ayuntamiento de Málaga a impulsar la contratación de la instalación de una red móvil para el control de la contaminación acústica, que dispondrá de al menos 10 medidores que irán rotando por las calles más problemáticas del núcleo histórico.

Esta iniciativa, que cuenta con un presupuesto inicial de 180.000 euros, se espera adjudicar en diciembre y que las mediciones comiencen a principios de año, con una duración de 40 semanas. El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, subrayó que esta red permitirá disponer de información en tiempo real sobre cómo evoluciona la contaminación acústica.

«Esta monitorización no va a resolver por sí sola el problema del ruido, pero sí nos proporcionará datos muy útiles para diseñar estrategias de mejora», afirmó Raúl Jiménez, quien no descartó que las ordenanzas se puedan afinar en función de los resultados obtenidos con estas mediciones. En este sentido, el concejal de Medio Ambiente apuntó que podrán conocer la incidencia de factores externos en la evolución del ruido como los horarios comerciales, los hábitos ciudadanos, la época del año, la orografía de la calle o el clima, entre otros aspectos.

El concurso convocado por el Ayuntamiento establece que las empresas ofrezcan un mínimo de 10 medidores, aunque esperan que la cifra se incremente en función de las mejoras aportadas para hacerse con el contrato.

Estos aparatos se colocarán en las farolas públicas, con idea de que no afecten a las fachadas de los edificios. La información recogida será transmitida en tiempo real e incorporada a una plataforma web para ser consultada por técnicos municipales.

El plan recoge también que, además de los datos acústicos recojan información meteorológica y datos ambientales, lo que permitirá relacionar el volumen del ruido con factores como la temperatura, la presión atmosférica, la humedad, o la velocidad del viento.

El presupuesto de 180.000 euros estará aportado por la Unión Europea (UE) dentro del Programa Pomal.

Los datos recogidos por estos medidores servirán de apoyo a la información disponible en el Mapa de Ruidos de Málaga, que ofrece una imagen fija de la contaminación acústica de la ciudad (años 2007 y 2012). En cambio, con estos medidores se dispondrá de información más completa y continuada del Centro y Teatinos.

El concejal de Medio Ambiente explicó además que estos mapas siguen las directrices de la Unión Europea, poniendo el acento en las fuentes tradicionales de ruido, como el tráfico, el transporte o la actividad industrial, pero no hacen incidencia en el efecto que causa el ocio ciudadano.

Jiménez indicó que Málaga necesita «compatibilizar el desarrollo empresarial y turístico con la calidad de vida de los vecinos», ya que hay «un proceso de revitalización de su centro histórico que conlleva un incremento del número de visitantes y su oferta».