­Si hay un sector que espera que la Feria equilibre la cuenta de resultados anual es el hotelero. Miles de visitantes han pasado por los hoteles de Málaga durante esta semana para disfrutar de la fiesta y, aunque la asociación de hoteleros aún no tiene datos oficiales que confirmen la buena ocupación, se calcula que los hoteles de la capital han superado el 90 por ciento durante los días de entre semana y que alcancen el lleno el último fin de semana de la Feria, como lo hicieron en el primero. Según los números del vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Francisco Moro, la ocupación ha aumentado en un punto en lo que va de Feria.

En 2013, la Feria de Málaga acabó con un balance de la ocupación hotelera en la ciudad del 90 por ciento, tres puntos por encima de 2012, y la generación de 2.800 empleos directos e indirectos. El aumento de la ocupación con respecto a 2012 cuando fue del 87 por ciento, supuso la visita de 3.680 turistas más alojados entre el 10 y el 24 de agosto.

En cuanto a la hostelería, los bares y restaurantes ven como sus terrazas se llenan día tras día de turistas y malagueños deseosos de almorzar rodeados de la música flamenca que ambienta el Centro de la ciudad durante estos días de fiesta.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Ehma), José Luis Ramos, afirma que, aunque la crisis aún se nota, el mantenimiento de los precios con respecto al pasado año ha permitido que el sector siga en la misma tónica. «Intentamos que venga más gente a los bares y restaurantes a pesar de que los precios no hayan subido prácticamente».

El principal problema al que se están enfrentando -un año más- los restauradores es el botellón y la permanencia del gentío en el Centro a partir del corte de la música: «No se ha podido combatir como se tenía previsto el botellón. Esperábamos que a partir de las 7 de la tarde hubiese quedado todo un poco más despejado con gente más predispuesta a tomarse algo tranquilamente», dice Ramos.