El archivo de la denuncia por violación interpuesto por una joven de 20 años contra cinco chicos el pasado 17 de agosto sigue causando problemas a sus protagonistas. Además de las injurias e insultos a la juez instructora del caso por su decisión judicial, el abogado de uno de los jóvenes ha recibido llamadas amenazantes e insultos.

«Me han dicho de todo. Que cómo podía haber defendido el caso, que soy un cáncer», lamenta Ignacio Pérez Zumaquero, letrado defensor de uno de los menores. Reconoce que estos días su teléfono no ha cesado de sonar y que la semana pasada, desde un número oculto, le insultaron.

La situación vivida por el abogado no es distinta a la sufrida por la titular del Juzgado número 2 de Málaga, que ha sido cuestionada e injuriada por colectivos feministas y por particulares en las redes sociales donde, además de dudar de su profesionalidad, han proferido toda clase de insultos hacia su persona.

Tales fueron las acusaciones que el lunes, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía envió un comunicado en el que condenaba la actitud hacia la juez. Ayer mismo, La Opinión publicaba cómo el presidente de la Audiencia Provincial, Antonio Alcalá, defendía a María Luisa Cienfuegos. «El juez está solo para tomar decisiones, y no puede recibir presiones ni consejos. Su actuación fue muy complicada y ella ha resuelto. A partir del auto, debemos tener respeto a su decisión, porque decidió en relación a las pruebas que tenía a su alcance y fueron muchas», aseguraba, en referencia a los testimonios e indicios en los que se apoyó la juez para el archivo de la causa.

También el Colegio de Abogados quiso defender a la magistrada alegando que las discrepancias sobre el fondo se resuelven recurriendo, pero no amenazando ni insultando a la juez y a su familia.

La repercusión de este caso no tiene antecedentes, ya que salió publicado en todos los medios nacionales, que le han hecho seguimiento durante varios días. Si bien el mismo domingo 17 de agosto se denunciaba una violación múltiple, el martes la juez dejaba salir en libertad a los tres jóvenes mayores de edad, mientras los menores permanecían ingresados en centros de internamiento, y el miércoles se archivaba provisionalmente el caso a falta de que se haga definitivo. Fueron días intensos de investigación, testimonios y pruebas que acabaron con el anuncio de los abogados de que tomarán acciones legales contra la joven por denuncia falsa, toda vez que la Fiscalía no descartaba hacer lo mismo.

De hecho, según ha podido saber este periódico, la próxima semana se reunirán los cinco jóvenes que fueron acusados por la joven con sus abogados para determinar cómo enfocar la querella por denuncia falsa. Esta semana, la Fiscalía ha deducido testimonio, es decir, ha solicitado abrir un nuevo procedimiento judicial para que otro juzgado investigue y condene la actitud de la joven. «Nosotros presentaremos la querella con la misma causa y objeto. Si para cuando se haga ya ha iniciado el procedimiento la fiscalía, nos adheriremos».

Pérez Zumaquero recuerda que el día en que se archivó la causa por violación y robo el abogado de la joven que dijo ser víctima de una agresión sexual firmó un documento en el que se comprometía a no recurrir ni reabrir el caso al estar de acuerdo con la decisión de la juez dada la contundencia de las pruebas.

En cuanto a la situación de los jóvenes, el letrado admite que siguen agobiados y preocupados por su situación tras la difusión de la noticia, «pues muchos aún los creen culpables y otros todavía tienen dudas». «Se sienten acosados», subrayó.

Los hechos se remontan a las 8 horas domingo 17 de agosto, cuando una patrulla de la Policía Local encontró a una joven llorando en el suelo en el Real de la Feria. Fue al acercarse a la misma cuando ésta les explicó que minutos antes había sufrido una agresión sexual al salir de su trabajo en una caseta. La joven describió a los presuntos autores, lo que posibilitó que los agentes pudiesen localizar a dos de los cinco jóvenes en las inmediaciones del recinto ferial, y ayudaron a dar con los otros tres -dos de ellos menores­- en el barrio de La Corta.

Los testimonios de hasta nueve testigos, un vídeo de la relación sexual y una fotografía en la que salía con los jóvenes de modo afable a la hora en la que supuestamente se produjo la violación fueron claves para que la jueza decidiera el archivo del caso.