El reinicio de las obras del metro en el tramo Renfe-Guadalmedina no supone el final del conflicto entre la Consejería de Fomento y la constructora Ortiz, adjudicataria de los trabajos. La diferencia entre ambos es de 15 millones de euros, que es lo que la empresa pide de más a la oferta de la Consejería para cubrir los sobrecostes de estos trabajos. Aunque Ortiz ha aceptado inicialmente los 17 millones ofrecidos por la administración andaluza, pone una serie de condiciones y cambios que podrían suponer volver a engordar la factura de este tramo hasta los 32 millones que exige Ortiz.

Por ahora los técnicos de la Consejería de Fomento analizan la respuesta de la constructora, mientras que esta continúa con las obras para devolver al uso ciudadano el entorno de Albert Camus.

Este tramo acumula ya unos cuatro años de obra y todavía no ha terminado de instalar la estructura básica del túnel, con los muros-pantalla y las losas, por todo el trazado previsto, que es de 713 metros de longitud. Estos trabajos se pararon a la altura de Albert Camus por los restos arqueológicos y deben continuar por la avenida de Andalucía hasta el límite con el cauce del Guadalmedina.

La Consejería de Fomento mantiene que, independientemente de que se llegue a un acuerdo con Ortiz para financiar la obra, el tramo estará terminado a finales de 2016, rescatando el contrato y realizando una nueva adjudicación si fuera necesario. El tramo, inicialmente, se adjudicó con un presupuesto de 42 millones de euros.