El Ayuntamiento de Málaga ha decidido retrasar un año, a 2018, su candidatura para ser Capital Verde Europea y «garantizar así un mayor un mayor éxito». Se trata de un certamen que reconoce a las ciudades que desarrollan una mejor política medioambiental y las convierte en una referencia europea.

El pleno del pasado mes de julio aprobó por unanimidad una moción del concejal no adscrito, Carlos Hernández Pezzi, por la que se acordaba la participación de Málaga en este premio europeo para el año 2017.

Sin embargo, y tras realizar los primeros trabajos -como una reunión en Bruselas con los promotores del premio- hoy martes se presentará una moción en la comisión de Medio Ambiente y Sostenibilidad en la que se propondrá aplazar un año la presentación de la candidatura malagueña, según anunció un portavoz municipal

Así, el equipo de gobierno ha defendido que este aplazamiento «repercutirá positivamente» en la candidatura de la ciudad ante la Comisión Europea y le dará a la ciudad «mayores posibilidades de alzarse con el galardón».

Además, aseguró que se necesita un espacio temporal «más amplio» que garantice «no sólo el apoyo de otras administraciones, sino, lo que es más importante, la implicación y la participación en el proyecto de los malagueños».

«El Ayuntamiento apuesta decididamente por esta iniciativa, que servirá para reforzar la posición de la ciudad a nivel internacional», han afirmado, incidiendo en que la capital ya destaca en los últimos años «como una de las ciudades europeas más innovadoras en propuestas de modelos urbanos sostenibles o en la incorporación de las nuevas tecnologías vinculadas al modelo smart city».