­Fue un sábado por la tarde, hora del té en Inglaterra, y en Escocia, aún. El PSOE había vuelto y hubo hasta militantes que se abrazaron. El embrujo de andar sin rumbo había terminado en ese momento. El partido volvió a encontrarse a sí mismo en torno a una sonrisa con hoyuelos. Pedro Sánchez debutó como mariscal del puño y de la rosa. Lo hizo en su primer Comité Federal como secretario general el pasado sábado. Es el hombre de moda en el PSOE. Su primer plano derrite corazones de hijas y madres socialistas por igual. Pero con eso no bastará. No podrá alargar su sonrisa hasta Málaga, por muy bella que sea. Aquí, el que gobierna en las once ciudades más importantes de la provincia es el PP. Los rostros socialistas están marcados por los fracasos electorales de 2011. Pero en el horizonte ya se vislumbran unas elecciones municipales que serán elementales para el PSOE en Málaga. ¿Pillar cacho de poder o perderse en la eterna oposición? La maquinaria electoral de la reconquista ya está oficialmente en marcha.

Aunque indudablemente ayuda a quien ocupa un puesto público, no será la belleza un requisito para que los militantes puedan presentarse el próximo 19 de octubre a las primarias socialistas. Es la fecha que salió del Comité Federal del lunes. Para los despistados, tendrá lugar este viernes un Comité Provincial en el que se informará sobre los plazos que todos los verdaderos interesados ya conocen de sobra. Animó ayer el portavoz socialista en la Diputación, Paco Conejo, a todos los militantes a «participar de forma amplia en las primarias socialistas». Parece ahora la palabra «primarias» la panacea de la democria moderna. Viendo el mapa socialista, más que de primarias, se podría hablar de elecciones unipersonales. La mayoría de los cabezas de lista ya están perfilados. Aunque dicho sea, todo con la seguridad que ofrece la ingesta de un coco en feria. Son unas primarias el escenario perfecto para que los espontáneos se envalentonen y den el salto al ruedo electoral.

En Alhaurín de la Torre la cosa está tan clara como confusa en Alhaurín el Grande. Micaela García Márquez, que tomó el relevo de Patricia Alba, se presentará por primera vez como candidata. En Alhaurín el Grande la cosa está más complicada y todo apunta a primarias. Casi se está más pendiente de si se presenta el alcalde del PP, Juan Martín Serrón, una vez cumpla su condena por corrupción. Rosa Torres podría repetir después de conseguir el más difícil todavía: perder Antequera, tradicional feudo histórico del socialismo en la provincia. Las mociones de censura no le han hecho escarmentar y Javier Carnero seguramente será cabeza de lista en Benalmádena. Toda la provincia está ocupada por el PP. ¿Toda? El derecho fundamental de los ganadores a defender título se lo ganó Jorge Gallardo en Cártama. Aunque no dirija subido a un escudo gigante, es la cara visible de la Galia malagueña. Es Cártama la única ciudad con más de 20.000 habitantes que se pudo mantener socialista. Coín apunta a Inmaculada Agüera. Cercana a la dirección provincial y consolidada en el pueblo, probará suerte por primera vez.

En Estepona, polvorín socialista de la provincia, puede repetir David Valadez. Quién sea finalmente, sufrirá contra un José María García Urbano que se ha hecho fuerte en estos tres años. En Fuengirola son todo peleas internas. Habrá primarias. En Marbella, será José Bernal quien trate de volver a arrebatarle la alcaldía a Ángeles Muñoz. En Vélez Málaga suenan Juan Carlos Márquez y Antonio Moreno Ferrer y en Nerja Luis Peña. Pero ambos municipios tendrán primarias. En Rincón de la Victoria hay dudas sobre si repite Encarnación Anaya. En Ronda Teresa Valdenebro se confirmó ayer a sí misma. Igual que Fuensanta Lima en Mijas. Y José Ortiz se presentará con toda probabilidad de nuevo en Torremolinos.