María Gámez ha sido la primera -puede que sea la única- que ha decidido anunciar que se presenta a las primarias que deben elegir al candidato a alcalde o alcaldesa de Málaga por el PSOE. Lo hace sabiendo también que, aunque aparezca un contrincante para disputarle las primarias, parte con ventaja pues cuentas con los resortes políticos para imponerse, ya que tiene el apoyo de los secretarios generales de las 11 agrupaciones de Málaga capital.

Lo difícil para estas primarias, lo señalaba ayer la propia María Gámez, será encontrar esos aproximadamente 300 militantes que necesita cada candidato para tener el 20% de los avales necesarios para presentarse a las primarias.

Y es que el militante socialista anda últimamente desaparecido, descreído y perdido en su casa. En estos tiempos la soledad de las agrupaciones socialista hace daño. Por ello Gámez tiene claro que deberá ir «a buscar a los militantes a sus casas» para obtener la firma de aval a su candidatura. Por ello «la cercanía» con los militantes será obligada. Con la captura de la firma aprovechará «para llegar a todos y cada uno de los compañeros de una manera personal».

Su lema: «Ahora sí». Tendrá dos semanas para ello y si lo consigue otra semana para hacer campaña, desde finales de septiembre al 12 de octubre; después, una semana de campaña y el 19 de octubre los 1.200 militantes de la capital elegirán a la persona que debe encabezar la lista a las municipales. También puede ocurrir que sólo un militante haya logrado el número de avales exigidos, entonces la votación se cambiará por la proclamación.

Gámez no quiere sorpresas y se ha lanzado la primera y decidida a la batalla por optar a las primarias y ganarla. Su lema de campaña es «Ahora sí», que se traduce y amplía en «ahora sí porque el cambio ha llegado a la ciudad, porque somos socialistas, a las claras».

Por delante pone también sus intenciones: «Quiero ser alcaldesa, la primera alcaldesa socialista de Málaga. No por capricho sino porque Málaga se merece el cambio, lo necesita imperiosamente y nosotros somos la única alternativa posible de gobierno».

Más allá de su eslogan, que simboliza la necesidad del cambio, su campaña descansará en algo más tangible como el trabajo realizado en estos tres años y medio de líder de la oposición municipal. Lo certifica con la frase «mi fuerza está más en lo que he hecho que en lo que me queda por hacer», con todas sus ventajas e inconvenientes.

Transparencia y participación. A partir de ahí, Gámez se presenta como la defensora de las señas de identidad de la marca socialista. «Tenemos la fuerza y la responsabilidad suficiente bajo una marca muy reconocida, el PSOE, que tiene muchos años a sus espaldas pero que ha sabido renovarse; no somos una amalgama de partidos ni una composición para lograr mejores resultados electorales, por eso somos la única alternativa posible de gobierno en la ciudad en una época de cambio».

Gámez no quiere hacer futuribles sobre como afrontará su asalto a la alcaldía pues quiere esperar la decisión de los militantes, pero apunta que uno de los «déficit democráticos» que tiene la gestión de la ciudad es la «necesidad de más transparencia y participación».

La candidata María Gámez sabe que golpear primero da ventaja, de ahí que se haya lanzado antes que nadie a reclamar el voto de los suyos. Sabe que, como dijo ella misma, «necesita primero ganar en casa». Las ventajas son suyas, ahora debe traducirlas en avales para lo que necesita ir en busca del militante perdido.