Resulta materialmente imposible escuchar cualquier composición de Albéniz, incluidas las que emplea toda la orquesta, en la calle que lleva su apellido en Málaga. El ruido del tráfico es ensordecedor y recuerda al entrechocar de nubes que anuncia tormenta.

Calle Albéniz, muy cerca del Cementerio de San Miguel y Las Flores, es «un embudo porque cinco carriles del distrito norte vienen a parar aquí, como la avenida de La Rosaleda, Emilio Díaz o San Juan Bosco». Quien habla es Manuel Téllez, que vive con Leire González delante del semáforo instalado justo antes de San Juan Bosco.

«En cuanto el semáforo se corta y se mete un autobús o un camión de carga y descarga, tienes unos atascos y un ruido impresionante, además de los humos de los coches aquí parados», cuenta José Moreno, de la asociación de vecinos Segalerva-Molinillo, colectivo que reclama una solución urgente que dé un poco de tranquilidad a los vecinos.

«Las ventanas las tenemos todo el día cerradas y no sólo para el humo. Hay que tenerlas cerradas para charlar, estudiar, leer... para lo que es la vida normal de cualquier persona», explica Leire González.

Los vecinos han hecho mediciones por su cuenta y el resultado confirma esa imposibilidad de poder escuchar la música de Albéniz y probablemente, rock duro: «Las medidas dan de 70 a 100 decibelios, cuando lo máximo según la Unión Europea es entre 30 y 35 decibelios. Aquí estamos más que por encima», critica Manuel Téllez.

La semana pasada, los vecinos recorrieron la calle con la concejala del Centro, Gemma del Corral y una responsable de Tráfico. «Tenemos carriles en paralelo en la calle Salesianos y en Sotomayor que son direcciones prohibidas, se puede cambiar la dirección y quitaríamos tránsito a esta calle», propone Manuel Téllez, al tiempo que quiere dejar claro que «la calle Albéniz tiene que recoger vehículos» pero no todos.

Otra propuesta vecinal es dar más uso a lo que Manuel Téllez califica de «carril fantasma», la calle Obispo Salvador de los Reyes, que también podría aliviar el tráfico de la calle Albéniz. Además, los vecinos creen que el Ayuntamiento puede estudiar que se prohíba el paso de vehículos de más de 3.500 kilos, así como ampliar la calzada en la pronunciada curva de esta calle, en el primer tramo de la vía. «El autobús tiene que ponerse en el centro de la calzada porque no cabe», cuenta Leire González.

Los vecinos también lamentan que, tras la reunión con el Ayuntamiento, esa misma noche, «a la 1 de la mañana y sin avisar, cortaran la calle y se pusieran a asfaltar», destaca Manuel Téllez, que informa de que ha presentado una denuncia por ruido. «Si se puede cortar la calle durante el día por una carrera popular, por qué no se hizo lo mismo para asfaltar esta calle», argumenta y pide más colaboración de las asociaciones de vecinos del distrito porque «¿cuántas colaboran con los vecinos?». La concejala del Centro, Gemma del Corral, confirmó ayer que Tráfico «estudiará con planos las distintas medidas que pueden tomarse».

Isaac Albéniz también necesita un respiro.