­La sopa en la que se detectaron larvas de gusano en los menús escolares de seis colegios de Castilla y León se cocinó en Málaga, en concreto, en las cocinas que la empresa Serunión tiene en el polígono Guadalhorce de la capital, un complejo inaugurado en 2009, la mayor cocina de España de restauración colectiva. Este catering malagueño es capaz de elaborar más de 32.000 platos al día, sirve sus menús a colegios de la provincia de Málaga, de otros puntos de Andalucía y de fuera de la comunidad, como es el caso de los cinco colegios de León y otro de Segovia donde se han detectado estas anomalías.

La Junta de Castilla y León informó ayer de que los responsables de la auditoría externa Aquimisa, que ha llevado a cabo una inspección en las cocinas, han detectado incorreccciones tanto en el almacenamiento como en el control de la materia prima, foco de la aparición de las larvas. Del mismo modo, «no han podido verificar que existieran estos controles» si bien aseguran que las cocinas donde se elaboran estos menús tienen un aspecto «impecable».

El secretario general de la Consejería de Educación de Castilla y León, Juan Casado, descartó ayer que vayan a rescindir los contratos que mantienen con Serunión para la gestión de los comedores escolares en la comunidad tras estos desagradables casos. Pese a ello, le ha abierto dos expedientes de procedimiento de declaración de responsabilidad por un presunto incumplimiento, lo cual podría acarrear una sanción máxima de 36.060 euros en total.

Estos expedientes, que tienen un periodo de tramitación de entre uno y tres meses, se resolverán «con urgencia», por lo que la decisión se tendrá en el plazo de un mes «pero nunca antes», según subrayó Casado, quien recordó que este «incidente» no ha provocado ninguna alerta sanitaria ni ha existido riesgo para la salud de los escolares.

En el momento de conocer la existencia de estas larvas de gusano en los menús escolares, la Junta de Castilla y León inició tres líneas de investigación, tanto a nivel externo, como por la propia Administración y por la empresa afectada.

Serunión es una empresa líder en el sector de la restauración colectiva, en la que en los últimos años se ha impuesto la denominada línea fría, presente en la mayoría de colegios e institutos de Málaga. Son muy pocos ya los que conservan las cocinas in situ en sus instalaciones. En 2010, Serunión tenía la concesión del servicio de comedores de 60 colegios de la provincia de Málaga y servía para ellos unas 4.000 comidas diarias.

Este periódico pudo publicar entonces un reportaje en el que se dejaba constancia de los niveles de seguridad, higiene y calidad de este sistema, en el que todos los trabajadores tenían que usar obligatoriamente batas, gorros, guantes y mascarillas.

La Delegación Territorial de Educación de Málaga explicó ayer que no ha recibido ninguna queja ni reclamación acerca de la calidad de los suministros a los comedores escolares procedentes de ninguna de las empresas de restauración que operan en los centros educativos públicos malagueños. «Al contrario, se trata de un servicio altamente valorado por las familias, como demuestra una demanda que crece año tras año», informaron fuentes de la Junta, que garantizaron la calidad de los menús.

La Delegación explicó que no tiene constancia oficial «de que los problemas detectados en Castilla y León se hayan producido en Málaga, ya que, según afirma la empresa en su web, disponen de 25 delegaciones y 14 cocinas centrales».

Por otra parte, Educación insistió en que es responsabilidad de la empresa concesionaria el cumplimiento de la legislación y normativa vigente en materia de manipulación de alimentos, productos alimenticios, comedores colectivos, o cualquier otra que le sea de aplicación.