El barrio de La Palma-Palmilla ha ilustrado una campaña de Unicef a nivel mundial sobre el impacto negativo de la recesión en los niños. El testimonio de una pequeña de 12 años de esta zona de Málaga cuya familia ha sido duramente castigada por la crisis ha servido para poner rostro a la pobreza mundial en un vídeo de la organización no gubernamental que ilustra el estudio «Los niños de la recesión: cómo afecta la crisis a los niños en los países ricos».

El informe demuestra también que unas políticas de protección social más sólidas son un factor decisivo en la prevención de la pobreza. Pero, aunque los programas de estímulo económico temprano adoptados por algunos países fueron efectivos a la hora de proteger a los niños, el estudio demuestra que en 2010 la mayoría de los países pasaron bruscamente de una política de estímulo presupuestario a los recortes presupuestarios, con un impacto negativo en los niños, sobre todo en la región mediterránea.

El vídeo, que en su versión extendida ha sido emitido en los telediarios de gran parte del mundo, pone voz a la pobreza con Encarni Delgado Rodríguez. Aunque Unicef quiso preservar su identidad ocultando su nombre y su rostro para la campaña en España, la pequeña pidió ayer a este periódico que se conociera su historia y que se supiera su verdad. Quiere ser juez y meter a los «malos» en la cárcel.

La de esta niña es, lamentablemente, una historia más. Una más de las que se encuentra día a día José Cosin en «Er Banco Güeno», un comedor social que cada día da de comer a cientos de familia de La Palmilla sin nada que llevarse a la boca.

El vídeo comienza con el testimonio de Encarni, que Unicef rebautiza como Luisa. «Mi padre trabajaba en un taller y lo echaron en 2007». La voz dulce de la pequeña contrasta con unas imágenes frías y en movimiento del barrio malagueño, uno de los más castigados de la capital. Mientras suena su testimonio, aparece el comedor social del que Cosin es su abogado. «Voy todos los días porque mi madre no tiene para darme de comer, no tiene dinero. Hay veces que ´Er banco güeno´ está cerrado y nos quedamos sin comer, no tenemos qué comer por la noche», afirma la niña. Su madre reconoce que la situación que viven es de asfixia y que subsisten gracias a una ayuda de 145 euros que les dan cada seis meses y gracias al comedor social. «Ella lo comprende todo, es muy buena», afirma Inma, la madre, de 33 años y que tiene otros dos hijos que no viven con ella. Su marido Antonio tiene 54 y tiene cinco hijos más con otras mujeres. Viven en un piso bajo en La Palmilla y pagan 40 euros de hipoteca. José Cosin agradece que Unicef haya puesto en el mapa de la pobreza a Málaga. Sólo en este barrio hay 9.000 niños en riesgo de exclusión social, afirma. Pide que Unicef revise el título de Ciudad Amiga de la Infancia porque lamenta que pronto desahuciarán a niños de Las Corralas. Lamenta que haya ciudadanos de primera y de segunda.

Este periódico se puso ayer en contacto con la ONG para conocer el motivo de la elección de Málaga. Una responsable a nivel nacional reconoció que la elección de la ciudad y el testimonio quedaron en manos de una productora audiovisual contratada por un centro de investigación mundial de Unicef en Italia. Esta empresa hizo dos vídeos: uno en Málaga y otro en Turín. No obstante, quisieron señalar que no se ha puesto el dedo en Málaga por un motivo concreto y que éste sólo ilustra la situación de la pobreza en 41 países, sin ajustarse a fronteras, etnias o religiones.

El informe también presenta un ranking de 41 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Europea (UE) en función de si los niveles de pobreza infantil han crecido o disminuido desde 2008. En 23 de los 41 países analizados, la pobreza infantil ha aumentado desde 2008. En Irlanda, Croacia, Letonia, Grecia e Islandia, ha crecido más de un 50%.