­No se construirán viviendas en el puerto de Málaga. Lo acordó ayer el pleno por unanimidad secundando una moción institucional respaldada por el PP, el PSOE, Izquierda Unida y el concejal no adscrito Carlos Hernández Pezzi. No habrá viviendas porque los terrenos -muelle Heredia y San Andrés- quedarán blindados y reservados para la construcción del futuro auditorio, una infraestructura cultural que según resaltaron ayer los tres grupos cuenta con el informe previo favorable del Ministerio de Cultura. En cualquier caso, la construcción del citado auditorio se aplaza sine die a la espera de que la situación económica mejore, si bien, de acuerdo al texto de la moción, se considera «un objetivo de primer orden necesario para Málaga y su entorno territorial. En suma, «es irrenunciable». El rechazo a la construcción de pisos, que era la idea del presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, que pretendía con ello sanear las cuentas de la entidad, fue «frontal». Incluso por parte de la portavoz socialista, María Gámez, compañera de partido de Plata. El documento refrendado ayer apuesta por mantener vigente el Plan Especial del Puerto, que no contempla usos residenciales del suelo y sí «usos portuarios o estratégicos».

El alcalde, Francisco de la Torre, dejó claro en la sesión que contar con esos suelos es «un derecho de la ciudad» en virtud de los acuerdos firmados con el puerto en el año 2004. Y resaltó que el objetivo de las administraciones ha de ser realizar reservas presupuestarias para el equipamiento en cuanto la situación económica mejore. Por su parte, Gámez y el portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, incidieron en que hay otras zonas cercanas que prevén viviendas y que no se han desarrollado y Gámez añadió además que hacer de la zona una extensión más de la ciudad es un desaprovechamiento de la zona.

La presentación de dos mociones de PSOE e IU reclamando el rescate y la gestión pública de los Baños del Carmen dio pie a una confrontación política entre el alcalde, Francisco de la Torre, y concejales de la oposición, que tacharon de «escándalo» que los exconcejales del PP Damián Caneda y José Luis Ramos se hayan convertido en los nuevos concesionarios del balneario y señalaron que ha podido haber «trato de favor» en esta operación. Trato «al que no sería ajeno el alcalde».

Esto último alimentó el enfado de Francisco de la Torre, que aseguró que él se enteró «por los medios de comunicación de que hay unos nuevos concesionarios», pues, de todos modos «yo no tengo por qué enterarme de otra manera porque nadie tiene que comunicarme a mí nada, ni los que venden ni los que compran».

Por ello, tachó de«absoluta invención» que le sitúen como interlocutor en esa negociación, preguntándose si «alguna persona de Málaga me necesita para que haya un negocio jurídico entre ellos. ¿Es que soy yo representante de Vera y Acha, me han facultado para vender las acciones», cómo se atreve Eduardo Zorrilla a pensar eso?».

Más allá de la refriega política, el pleno ratificó una moción del PSOE que reclama que se lleva cabo el rescate de las concesiones de los Baños del Carmen, que se apruebe el proyecto para el «uso público» del balneario y que se exija que el presupuesto del Estado contemple partidas económicas para la ejecución del proyecto.