La polémica surgida por el presunto trato de favor dado por la concejala Teresa Porras a un empresario amigo para que la grúa municipal no retirara el coche mal aparcado de este último, generó ayer nuevos frentes. Así, mientras el alcalde aseguraba que «la conducta de la edil ha sido absolutamente correcta», el PSOE solicitaba al consejo de administración de la empresa de aparcamientos (Smassa) la relación detallada de los servicios de grúa municipal que hayan sido anulados desde 2011 hasta la fecha. Por su parte, el comité de empresa de Smassa desvelaba que desde la dirección de la empresa se dictan órdenes sobre las calles y zonas donde la grúa no debe actuar y, por el contrario, otras donde debe prestar especial atención.

El alcalde, Francisco de la Torre, salió en defensa de la actuación de su concejala Teresa Porras, para señalar que «no ha pasado nada que no sea lo normal. No hay distingos; los ciudadanos no reciben un tratamiento diferente porque llamen al alcalde a la radio o a un concejal por teléfono». Porras «envió a la policía para ver si tenía razón y como no la llevaba, se mantuvo la posición». De hecho, la multa ha seguido el trámite correspondiente. Por ello, «lo que se ha hecho ha sido justamente no dar la razón a quien no la tiene, sino cumplir la legalidad, la conducta ha sido absolutamente correcta» concluyó.

La oposición, por su parte también ha reaccionado. La portavoz socialista María Gámez, ha solicitado la relación detallada de los servicios de grúa municipal que hayan sido anulados desde 2011 hasta la fecha.

Hemos pedido al presidente de Smassa, el concejal Raúl López, que nos facilite la información sobre los servicios anulados, incluyendo lugar, motivo de anulación y la cuantía total que ha dejado de ingresarse por dicha cancelación», anunció.

La polémica la ha calentado el comité de empresa de Smassa, que ha desvelado que de manera permanente, por escrito o verbalmente, los operarios reciben órdenes sobre las calles y zonas en las que no deben actuar y aquellas en las que deben reforzar sus servicios. Entre las calles en las que no deben actuar está el entorno del Ayuntamiento, aquellas donde se situan las junta de distritos, o en las que se levanta una comisaría de la Policía Local, según relató Manuel Lima, presidente del comité y miembro del CSIF.

Otras calles o plazas donde hay órdenes de que la grúa no actue son Cánovas del Castillo, Agua, Conde de Ureña, Ibarra o Cañada de los Ingleses, estas dos últimas en el entorno de Príes.

Al contrario, según Lima, hay calles donde se les ordene una mayor presencia como, las calles del Centro donde hay zona verde para los residentes, la calle Jacinto Verdaguer y el entorno de la sede de la Gerencia de Urbanismo o la calle Sefonías, que luego ha pasado a tener Sare.