Los nostálgicos tienen ya poco tiempo para despedirse de la antigua Casa de Botes del Real Club Mediterráneo. Completado el traslado de los barcos a finales de julio pasado, la Autoridad Portuaria de Málaga adjudicó ayer las obras de su demolición y ampliación de la bocana interior del puerto. Antes de que termine 2015 no quedarán rastros de las antiguas instalaciones.

La constructora Sato será la encargada de acometer la demolición de la Casa de Botes y los muelles que acogieron los barcos de los socios del Real Club Mediterráneo desde mediados de los años 50.

El contrato asciende a 1,1 millones de euros, con una notable rebaja sobre el precio de licitación, que fue de 1,58 millones de euros. Sato presentó la oferta más bajas de las admitidas, con una rebaja del 30,25% sobre el coste previsto.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, explicó que se presentaron seis ofertas al concurso para demoler la Casa de Botes, de las que dos fueron descartadas por bajas temerarias. Finalmente ha sido Sato la que se ha llevado este contrato, que concede un plazo de 10 meses para ejecutar las obras. Plata insistió en que los trabajos comenzarán lo antes posible, ya que tienen que estar terminados y justificados antes de final del año próximo para que puedan acogerse a las ayudas del actual marco comunitario de financiación, que finaliza el 31 de diciembre de 2015.

Los trabajos derribarán la antigua sede de la Casa de Botes, así como las instalaciones de la Cruz Roja, que se trasladó recientemente a una nueva sede en Gota de Leche, cedida por el Ayuntamiento de Málaga.

Sin embargo, la demolición de estas estructuras tiene un mayor calado para la actividad portuaria, ya que permitirá ampliar la bocana del puerto de los actuales 70 metros de ancho a 140 metros. Esto facilitará las maniobras de los cruceros que vayan al muelle 2 y de los barcos de pasajeros y mercancías para los muelles 3,4, 5 y 6. Además, se construirá un nuevo atraque de cruceros junto al ADL.