Málaga necesitará 13.000 nuevas VPO durante los próximos diez años para atender las necesidades de la capital. Esta es la cifra que se pone como objetivo el Ayuntamiento de Málaga para conseguir a finales de 2023, para lo que espera movilizar una inversión que ronde los 1.300 millones de euros en diez años con la participación de la Junta de Andalucía y los promotores privados.

El concejal de Urbanismo y Vivienda, Francisco Pomares, presentó ayer el Plan de Vivienda, Rehabilitación y Suelo de Málaga (2014-2023), que hoy será aprobado en la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Málaga tras un largo proceso de consenso con agentes sociales de la ciudad.

Este plan establece la construcción de casi 13.000 VPO, de las que a corto plazo establece la posibilidad de levantar 2.162, la mayoría de promoción pública, en los próximos tres años. Además, entre 2018 y 2021 prevé la construcción de otras 4.452 VPO, aunque con mayor protagonismo del sector privado; mientras que a largo plazo, en los dos últimos años, prevé el inicio de 6.376 nuevas, aprovechando el desarrollo de nuevos suelos y la obligación de reservar un 30% del espacio para vivienda protegida.

Pomares mostró su convencimiento en conseguir la firma de un convenio bilateral con la Junta de Andalucía para financiar este plan, que llega con el consenso con colectivos sociales y profesionales de la ciudad. En este sentido, el concejal apuntó que la previsión de casi 13.000 viviendas se hace al prever 7.390 VPO para cubrir la demanda de personas inscritas en el Registro de Demandantes de Vivienda. Las otras 5.600 VPO serían necesarias para atender el crecimiento de población previsto hasta 2023 y que cubriría cerca del 25% de la demanda de nueva vivienda, un porcentaje muy por encima del 2% de VPO sobre el total construido que se registraba antes de la crisis.

La rehabilitación es la otra gran pata del documento elaborado por el Ayuntamiento para dirigir la política de vivienda hasta 2023.

El plan contempla el arreglo de 13 barriadas construidas entre los años 60 y 70, así como áreas concretas del Centro que sean especificadas en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) que se está reformando en la actualidad.

Las barriadas incluidas en los planes municipales serían Portada Alta, Las Flores, Santa Julia, San Martín, Conan Doyle, Los Palomares, Monte Pavero, Los Arcos, Barriada Salina, Junta de los Caminos, Carlinda, San Andrés y Girón. Esta actuación sería similar a la que se está llevando a cabo en Palma-Palmilla y que se quiere completar en 2015.

La rehabilitación se centraría en el arreglo de las zonas comunes, accesibilidad, instalaciones y medidas de ahorro energético. El propio concejal apuntó que hay líneas de subvención europea para esto último que se quieren aprovechar para acometer la mejora de estas barriadas.