Isabel Pantoja ha entrado en prisión para cumplir dos años de cárcel por una pieza separada del caso Malaya. También fue sentenciada a pagar 1,14 millones de euros. El delito es blanqueo de dinero procedente de las actividades delictivas de su exnovio entre 2003 y 2008, el exalcalde de Marbella Julián Muñoz. Éstas son las razones concretas por las que la cantante entra en prisión tras un proceso que ha durado siete años -mayo de 2007/noviembre de 2014-, desde su detención a su entrada en prisión.

AntecedentesEl calvario de Isabel Pantoja comenzó en mayo de 2007

La relación de Isabel Pantoja y Julián Muñoz se hizo pública en el Rocío de 2003, pero ya se les vio juntos en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid en enero. El noviazgo, por tanto, comenzó a mediados o finales de 2002. Entonces, Muñoz era alcalde de Marbella pero las relaciones con Jesús Gil, exregidor, estaban muy deterioradas. Ganó las municipales de mayo de 2003, pero en agosto fue destituido por una moción de censura encabezada por Marisol Yagüe, provocada tras la destitución del gerente de Urbanismo, Juan Antonio Roca.

Tres años después, tras insistentes rumores, Julián Muñoz, ya exalcalde, fue detenido el 19 de julio de 2006 en el chalé Mi Gitana, que la pareja compró en Marbella. Era la operación Malaya. Ese día, se encontró dinero en metálico que la policía requisó a Pantoja, aunque ella pudo demostrar que procedía del pago de conciertos y se le devolvió. En noviembre de 2006, la exmujer de Muñoz, Maite Zaldívar, a quien éste abandonó por la artista en 2003, fue arrestada por Malaya. En mayo de 2007, le tocó el turno a la propia Pantoja, cuyas cuentas ya fueron escrutadas por Hacienda. Ahí comenzó su calvario.

Un plan preconcebidoLa pareja ideó un plan para «lavar» dinero

Pantoja va a la cárcel por introducir dinero que su exnovio saqueó del Ayuntamiento de Marbella en el circuito legal. Lo hizo, en concreto, comprando bienes inmuebles o con inversiones. Antes y después, Muñoz hizo lo mismo con Maite Zaldívar.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, hecha pública el 16 de abril de 2013, consideró probado que la pareja «ejecutó un plan preconcebido para aflorar dinero y ganancias -respecto de las que ambos pretendían disfrutar en beneficio propio- que Julián Muñoz había obtenido de sus actividades delictivas, confundiéndolas y mezclándolas con las procedentes de actividades profesionales y mercantiles lícitas de Pantoja». Ese argumento es «una realidad histórica».

Por tanto, Pantoja sabía que su novio manejaba dinero de sus delitos y le ayudó a ocultarlo. «Con la finalidad de esconder su origen y aflorarlo con apariencia de licitud, lo empleó en la adquisición de inmuebles e inversiones empresariales», dijo la Sala.

GuadalpínLa cantante pagó a tocateja el apartamento del Guadalpín

Pantoja ayudó a blanquear el dinero de Julián Muñoz tras idear un plan preconcebido, pero ¿qué hechos concretos de lavado de dinero cometió? La sentencia enmarca todos estos movimientos entre 2003 y 2005. Así, en enero de 2003, Pantoja conoció a los responsables de Aifos en Fitur y se compró un apartamento en el lujoso Hotel Guadalpín por valor de 330.000 euros que pagó a tocateja. La Sala la condena, en primer lugar, por adquirir ese inmueble con dinero del exalcalde.

Chalé Mi GitanaLa hipoteca de Mi Gitana, otro de los hechos de la condena

En segundo lugar, es sentenciada por blanquear dinero pagando una pequeña parte de la hipoteca de la casa marbellí Mi Gitana, en la urbanización La Pera, con líquido de origen delictivo. «Existen indicios de que la persona que diseñó la operación no era otro que Julián Muñoz, y que su pareja conocía todos los detalles de la misma, así como la procedencia del dinero con la que iba» a pagar la hipoteca, dijo la Sala.

El monto del crédito fue de 3,36 millones. «Respecto al abono de las amortizaciones del préstamo hipotecario, la creencia de la acusada era, cuando lo suscribió, que se pagarían con fondos de Muñoz». Cuando a éste lo detienen, pasa dos años sin poder hacer frente a la hipoteca. El dinero blanqueado, de cualquier forma, es menor que en el Guadalpín: el exregidor aporta a la transacción 52.000 euros.

Reses y cuentasLos ingresos en efectivo en sus cuentas supusieron otro indicio

Asimismo, hay blanqueo y en los ingresos que recibe en las cuentas de sus sociedades. Por ejemplo, en 2003, cuando empieza su relación con Julián Muñoz, declara una renta bruta de 132.302 euros, pero realiza ingresos en sus cuentas societarias y privativas por valor de 293.497 euros, incluidos diez ingresos consecutivos de 3.000 euros en una de sus cuentas. No se pudo probar que lavara dinero comprando reses bravas.

Su defensaPantoja generaba dinero y no sabía lo que hacía Julián Muñoz

En el blanqueo hay que demostrar el tipo objetivo, es decir, que se introduzca dinero negro en el circuito legal; y el subjetivo, saber que se está introduciendo el líquido. Los abogados de Pantoja centraron su defensa en los dos puntos: presentar una pericial contable en la que se concluía que ella, con sus empresas y actividad artística, produjo 18 millones de euros en 11 años, 1,2 millones de ellos entre 2000 y 2002, justo antes de conocer a Muñoz.

En relación al segundo punto, ella misma dijo en el juicio que no sabía que su novio tenía abiertos numerosos procedimientos penales de corrupción o urbanísticos y, por tanto, no era consciente de estar blanqueando. Llegó a compararse en una entrevista con la infanta Cristina, imputada en el caso Nóos, en el sentido de que ella no conocía el origen de los fondos.

A la cárcelEl tribunal la manda a prisión por la gravedad de su conducta

Pese a todo, Pantoja tenía derecho al beneficio de la suspensión de la condena, puesto que había sido sentenciada a dos años o menos y a pagar 1,14 millones de euros de multa. Sin embargo, la fiscal pidió su ingreso en prisión por la gravedad de los hechos, lo que la Sala dejó claro en su auto de hace apenas dos semanas. «La gravedad de tal conducta resulta incuestionable para este tribunal, pues con ella permitió el blanqueo de los ilícitos beneficios obtenidos por su pareja en su corrompida y delictiva actividad política al frente del Ayuntamiento».

Asimismo, la Fiscalía recordó que ni cooperó con la justicia ni admitió el delito, y la Audiencia Provincial ha aclarado estos días que «lo que pretende conseguir es que la pena privativa de libertad cumpla su función de servir de freno a posibles conductas futuras». La Sala ha sido muy dura con la conducta de Pantoja.