La Policía Local ha realizado varias actuaciones en tres establecimientos en la barriada Nuevo San Andrés que contaban con una planta de sótano que utilizaban como bar. Uno de ellos era un asador de pollos convertido en una sala de fiestas.

Hasta 40 infracciones de denuncia levantaron a dicho establecimiento los agentes por no ajustarte a la actividad autorizada -venta de pollos asados-, permitir fumar, no ajustarse a la hora de cierre, carecer de licencia de apertura, hoja de reclamaciones, lista de precios y seguro colectivo de accidente obligatorio, entre otras cosas.

Otro de los comercios inspeccionados, dedicado a la venta de congelados y alimentos, fue denunciado por no tener hoja de reclamaciones y la policía comprobó que existían varias anomalías en el lugar. Entre ellas, que había productos cárnicos sin envasar ni etiquetar y se hicieron con 29 kilos de carne, 15 de ternera y 14 de gallina, al no presentar factura de compra ni acreditar el origen de los productos.

El tercero de los tres establecimientos de la zona presentaba graves carencias de seguridad que convertían en una «trampa mortal» el inmueble, según detalló la Policía Local en un comunicado.

El número de mesas y sillas se excedía y se sumaba a los carteles que anunciaban la retransmisión de partidos. Un hecho que podría originar aglomeraciones que agravaran más aún el peligro en caso de siniestro. Había solo un baño, no adaptado para personas con movilidad reducida, y la zona de arriba tenía una cocina sin extracción de humos ni olores.