­Ana, Verónica y Ana María son las víctimas mortales de la violencia machista en la provincia en 2014. Tres mujeres cuyas vidas acabaron truncadas por capricho de sus parejas, personas a las que habían querido y que las malquisieron. Pero tras estos nombres hay cientos de historias similares. No todas callan y, muchas, dan el paso de denunciar, aunque a menudo son sus familias y amistades quiénes lo hacen. Pero son la punta de un gran iceberg que resulta imparable.

En 2013 la Policía Local de Málaga intervino en 366 diligencias relacionadas con malos tratos. Una por día. Aunque no todos estos casos acabaron en denuncias o detenciones, todos ellos tuvieron que ver con malos tratos y la mayoría de estos fueron casos de violencia de género.

Según datos del instituto armado, en 2013 hubo un total de 326 detenciones sólo en la capital por malos tratos en el ámbito familiar. El año anterior fue de 328 y en 2011, de 311. Aunque es sólo una media, porque hay días en los que los casos se multiplican y otros en los que no hay. Feria y Navidad son fechas claves en la ciudad, que coinciden, además con un mayor consumo de alcohol, a menudo presente en las agresiones físicas y verbales.

Hoy se celebra el Día Internacional contra la Violencia Machista, que este año se ha cobrado 45 vidas en todo el territorio nacional. En Málaga, es la Policía Nacional la que se encarga de velar por la seguridad de estas mujeres, aunque la Policía Local lo hace de manera puntual con el Grupo de Investigación y Protección (GIP) y siempre que se debe al seguimiento de menores de edad.

El sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén) del Ministerio del Interior protegía a 30 de septiembre de este año a 540 mujeres. Todas estas estaban en riesgo bajo. Como en los demás niveles que establece el protocolo de valoración del riesgo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deben cumplir una serie de requisitos que garanticen la seguridad de las mismas.

Entre los cinco requisitos obligatorios del nivel bajo destacan contactos telefónicos esporádicos con la víctima, facilitarle números de contacto permanente con los cuerpos de seguridad, la comunicación al agresor de que la víctima posee un sistema de protección, recomendaciones sobre autoprotección e información sobre la teleasistencia móvil.

Seguido del riesgo bajo está el medio. En Málaga, antes de octubre se vigilaba a 93 mujeres de forma ocasional y aleatoria entre el domicilio, su lugar de trabajo y en la entrada o salida de colegio de los hijos. También se las acompaña en las actuaciones de carácter judicial, asistencial o administrativo, se les facilita un terminal móvil del servicio de teleasistencia y se hace una entrevista personal entre el responsable de la protección y la víctima.

En el caso de riesgo alto, la cifra desciende notablemente hasta cuatro casos en la provincia. En estos la vigilancia se convierte en frecuente y, si es preciso, se insiste a la víctima para que se traslade a un centro de acogida o al domicilio de un familiar durante los primeros días, sobre todo si no se ha procedido a la detención del agresor. Los agentes también controlan de manera esporádica los movimientos del agresor.

En el último de los peldaños, el nivel de riesgo extremo. En Málaga se vigila a una mujer de estas características. En Andalucía a 30 de septiembre había cinco mujeres en esta situación, que requiere de una vigilancia permanente y un control intensivo sobre el agresor, así como la vigilancia en la entrada o salida del colegio de los niños.

Todas ellas son víctimas del sistema, que requiere de más medios económicos y sociales. En Málaga, cada agente supera los 50 casos de seguimiento.