«Nacemos en 2002 porque vemos que todo lo relacionado con Torrijos está abandonado, no por otra cosa. Fue un nadar a contracorriente porque llegabas al convento del Perchel y te encontrabas el refectorio comido por los ratones y la alquería del Conde de Mollina, en Alhaurín de la Torre, estaba en un estado deplorable, mientras que la playa del Charcón, en Mijas, había que buscarla prácticamente a lazo», recuerda Esteban Alcántara, secretario de la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831, que preside Jesús Rivero, la persona que cada comienzo de diciembre da vida al general José María Torrijos (Madrid, 20 de marzo de 1791-Málaga, 11 de diciembre de 1831).

De hecho, ayer sábado y hasta el próximo 11 de diciembre este colectivo celebra las decimoterceras Jornadas de Homenaje a Torrijos y la Constitución, con recreaciones históricas, presentación de libros, homenajes a la Constitución y como siempre, el afán del colectivo de reivindicar el hecho histórico de aquel diciembre de 1831: la captura y fusilamiento del liberal José María Torrijos y sus hombres en Málaga cuando, engañados por el gobernador de la provincia, Vicente González Moreno, pensaron que su revuelta contra Fernando VII iba a prender en España.

«No sólo es capturado Torrijos sino el futuro Gobierno de la nación, con personajes tan preeminentes como Manuel Flores Calderón, presidente de las Cortes en 1823 o Francisco Fernández Golfín, uno de los padres de la Constitución de 1812», resalta.

Y un aspecto importante de la asociación, que recalca Esteban es que trabajan en los tres municipios relacionados con el desembarco (Mijas), captura (Alhaurín de la Torre), prisión y muerte (Málaga) de José María Torrijos: «Para nosotros la Historia no se detiene en el límite de un municipio, hablamos de la Historia común de todos los españoles».

Por este motivo, Torrijos 1831 se ha dedicado a reivindicar en las tres ciudades la memoria del general, para conseguir que los lugares relacionados con él se preserven. Y por orden cronológico, el primer sitio es Mijas y en concreto la playa del Charcón, donde este grupo de liberales desembarcó después de que en la mañana del 2 de diciembre les bombardeara el barco Neptuno.

«Mijas digamos que ha cumplido sus deberes, es el único municipio que tiene un pequeño centro de interpretación sobre Torrijos que inauguró en 2000 y en 2012 puso un pequeño monumento en la playa, dando testimonio de la petición de nuestra asociación», resume el historiador malagueño.

Los liberales se dirigen a Mijas pero al ver que los soldados realistas van a cortarles el paso, se desvían por el Valle del Guadalhorce. Acosados por los soldados, se refugian en la alquería del Conde de Mollina, en el término de Alhaurín de la Torre, una construcción que hunde sus raíces en tiempos árabes y que también cuenta con una torre árabe del siglo XIII. Allí permanecen desde el día 3 hasta las 8 de la mañana del 5 de diciembre de 1831, cuando Torrijos se rinde, de nuevo engañado por el gobernador de Málaga.

En la actualidad, y sobre todo por un injustificable derribo en 1971 a causa de la construcción del núcleo de Torrealquería, ha quedado en un estado de ruina. La asociación lleva muchos años pidiendo a las administraciones la rehabilitación de los dos monumentos: la alquería y la torre.

«Reclamamos a las administraciones un plan de reconstrucción conjunta para que puedan visitarse los dos monumentos, porque consideramos que fue una injusticia histórica que tiraran la alquería en 1971, cuando aquí sucedió el principal hecho histórico de Alhaurín de la Torre, algo que no tienen todos los pueblos, que sí cuentan con noticias y anécdotas que merece la pena recordar pero no con hechos históricos», recalca Esteban Alcántara.

En su opinión, con la reconstrucción «se podría crear en Alhaurín de la Torre un foro de desarrollo turístico histórico-cultural».

Málaga

Al ser capturados, al general Torrijos y sus 48 compañeros liberales sólo les espera la cárcel en el convento del Carmen del Perchel y la muerte: son fusilados a las once y media de la mañana del 11 de diciembre en las playas de San Andrés .

Con respecto a Málaga, Esteban Alcántara repasa primero los logros y la buena respuesta de las autoridades de la capital en los últimos años. «Primero el adecentamiento en 2005 de la cripta de Torrijos en la plaza de la Merced, un buen trabajo del que fuimos testigos. Poco después se restauró el monolito de la plaza con el aspecto exacto que tuvo en 1842», recuerda, y también destaca este año el reconocimiento del lugar en el que los liberales españoles fueron enterrados en el Cementerio de San Miguel (allí descansaron sus restos hasta el traslado a la plaza de la Merced). Esteban Alcántara resalta por ello el trabajo de la directora del camposanto, Araceli González.

En 2014 la asociación también ha logrado que se instale una placa conmemorativa del lugar en el que fueron fusilados el general y sus compañeros. El sitio exacto, detrás de la Gerencia de Urbanismo, ha sido localizado gracias una investigación histórica de Esteban Alcántara, que ha empleado el mapa de Rafael Mitjana de 1835.

Por este motivo quiere agradecer el apoyo de los últimos concejales del Cultura, del exconcejal de IU Pedro Moreno Brenes y del actual concejal socialista Manuel Hurtado.

Para el futuro, Esteban Alcántara propone que en el edificio resultante en la parcela vecina, el Ayuntamiento llegue a un acuerdo con la propiedad para colocar una reproducción del cuadro del fusilamiento de Torrijos, pintado por de Antonio Gisbert en 1888. Alcántara apunta que la figura de Torrijos podía aparecer casi exenta, y el resto en relieve, como el monumento a El Álamo que hay en San Antonio, Texas (EEUU). «Hoy en día el cuadro se puede hacer por ordenador, no es caro», apunta.

Y como cuestión pendiente, el prometido centro de interpretación de Torrijos en el refectorio del convento del Carmen, en El Perchel, que antes deberá ser reconstruido (el 40% fue demolido por una constructora en 2006). «Sería un centro basado en planos, maquetas, cuadros y las uniformidades que intervinieron en la captura de Torrijos, una oportunidad de que esta Málaga museística que tanto éxito está teniendo avanzara a esta parte del Guadalmedina».

En todo caso, Esteban Alcántara hace balance de todo lo conseguido desde 2002, cuando muy pocos conocían a Torrijos y concluye: «Somos optimistas».