La lluvia es una de las grandes enemigas de las carreteras. Algo que los malagueños han sufrido en sus carnes en distintas ocasiones. La última, el jueves y viernes pasado con las tormentas caídas en la ciudad. Los problemas más comunes son retenciones, desprendimientos de tierra y piedras sobre la carretera, inundaciones, hundimientos de la calzada... A veces incluso todo a la vez. Para predecir dónde ocurrirán estos incidentes, un grupo de investigación del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga está desarrollando un software que permitirá adelantarse a los acontecimientos y prevenir estos problemas.

María Jesús Perles, profesora del Área de Geografía Física de la Universidad de Málaga, lidera este grupo, que lleva un año desarrollando este software, en el que se incluyen todos los datos posibles para identificar los tramos más problemáticos de las carreteras andaluzas ante el impacto de la lluvia.

El proyecto y sus primeros avances fue presentado en el VII Foro de la Plataforma Tecnológica Europa de la Construcción (PTEC), que se celebró en Málaga el pasado martes. La iniciativa está financiada por la Consejería de Fomento y presentará a finales de junio de 2015 los resultados, aunque ha avanzado en la identificación de los problemas y elementos que pueden influir en las carreteras, con más de medio millar de circunstancias diferentes y una treintena de problemas registrados. Perles subraya que «si analizamos dónde se da el problema, las características del entorno y cuándo se produce, podremos predecir cuándo ocurrirá otra vez».

Esto, que parece un salto al vacío para un profano, casi un ejercicio de adivino, es en el fondo un modelo matemático que tiene en cuenta todas las posibles variaciones del terreno, del trazado de la carretera y los antecedentes. Los resultados preliminares no pueden ser más positivos, «con un alto porcentaje de acierto», como subraya María Jesús Perles.

Estudio

El software se está desarrollando a partir de tres carreteras que suelen ser protagonistas de la mayoría de las incidencias por lluvia: la A-357, en la circunvalación de Ronda, con 32,5 kilómetros de trazado; los 16,1 kilómetros de la Ronda de Málaga; y algunos tramos de la carretera de Motril.

Ya se han completado los trabajos en las dos primeras carreteras, que sirven de base para el desarrollo del software, que permitirá aplicar el sistema a todas las carreteras de Andalucía. «Estos tramos fueron elegidos por presentar una variedad geológica completa», apuntó Perles, quien indicó que con el uso se incorporarán más elementos y afinar la eficacia en la predicción.

«Primeros definimos los factores de peligrosidad y luego introducimos la mayor cantidad posible de información y casuística posible, para que sea lo más compleja y variada y el modelo sea predictivo», relata.

Este sistema está llamado a predecir no sólo los tramos con más riesgo de sufrir un incidente, sino también el efecto en el entorno y cuánta población puede verse afectada o el valor de los bienes. Esto permitirá incluso ordenar por prioridades los posibles puntos con riesgo de la red de carreteras andaluzas. De hecho, la profesora de Geografía subraya que no es igual un incidente en una carretera rural con muy poco tráfico o en la ronda de circunvalación de la ciudad, donde miles de personas se verían afectadas.

Catorce personas trabajan en este proyecto, incluida la asistencia de especialistas de la Universidad Autónoma de México, de la Universidad de Alicante y de la entidad de investigaciones científicas de Italia, Enea. Además de los geógrafos hay un arquitecto, un geólogo y un especialista en Derecho Administrativo.