La asociación de vecinos de Carlinda todavía espera una respuesta de la Delegación de Medio Ambiente de la Junta. De los cuatro escritos enviados en estos últimos 12 meses sólo han recibido, en diciembre de 2013, un escueto acuse de recibo por parte del jefe de servicio del Dominio Público Hidráulico. La petición que los vecinos repiten desde entonces es el arreglo urgente del arroyo del Cuarto a su paso por el barrio.

No es un capricho, el 21 de noviembre de 2013 el fuego prendió en unos matojos secos en una ladera del arroyo del Cuarto. Los bomberos pararon el incendio a pocos metros de un bloque con 37 familias.

Una semana más tarde, y a la vista de que la Junta y el Ayuntamiento libraban una disputa judicial para conocer las competencias precisas de cada administración en la limpieza de los arroyos urbanos, los vecinos decidieron cortar los matojos por su cuenta.

Un año después, la hierba ha vuelto a crecer y el peligro continúa, advierte esta semana Joaquín González, presidente de la asociación de vecinos de Carlinda: «La situación me trae malo porque temo que un día haya un incendio. Después del incendio del año pasado aquí no ha venido a limpiar nadie», lamenta.

El presidente vecinal explica que en verano, con la hierba seca, volverá el riesgo «de que alguien tire una colilla». Joaquín también resalta un problema que ninguna administración soluciona: «El colector del arroyo del Cuarto, junto a la fábrica Salyt, tiene una abertura muy pequeña y está descubierto y cuando hay una tormenta grande se atasca y no puede tragar todo el agua».

El presidente vecinal cuenta que hace poco, por fuertes lluvias, los vecinos han visto cómo las ratas se han colado en algunas viviendas. En el momento de hacer la foto del colector a su lado descansaban varios muebles de gran tamaño abandonados.

En cuanto a la reacción de las administraciones, señala que sigue sin noticias de la Junta. «Hace un mes estuvieron unos topógrafos pero no sabemos de qué administración son».

¿Quién debe limpiar los arroyos? Para la concejala del distrito de Bailén Miraflores, Elisa Pérez de Siles, «el Ayuntamiento tiene la obligación de limpiar los restos materiales como sofás, lavadoras, los restos orgánicos... todo ese tipo de residuos, pero a la Junta le corresponde todo el desbroce».

En todo caso, recordó que antes de las lluvias torrenciales de noviembre de 2012, el Ayuntamiento ya limpió el cauce, ante las reclamaciones vecinales.

En enero de este año, el TSJA declaró firme un auto que daba la razón al Ayuntamiento en el contencioso-administrativo sobre la limpieza de los arroyos, según el cual la Junta debía abonar 60.000 euros por las actuaciones de urgencia que llevó a cabo el Consistorio en varios arroyos de Málaga.

Un portavoz de la Delegación de Medio Ambiente de la Junta precisó ayer que «se trata de un auto, no hay una sentencia» y recordó que hay sentencias sobre el mismo asunto que han dado la razón a las comunidades autónomas en sendos conflictos en Castilla-León y Jaén. «En general lo que hacemos con los arroyos es priorizar donde pueda haber problemas de avenidas de agua y se pueda crear una presa porque el agua se estanque», añadió el portavoz. Para el presidente vecinal, esto es lo que ocurre en Carlinda.