­Por mucha madera de pino silvestre que utilicen, el lugar elegido por la Diputación de Málaga y la Junta para construir una pasarela que salve la desembocadura del Guadalhorce y unir la costa desde Nerja a Manilva amenaza los valores del paraje natural. Así lo advierten desde el grupo local de la Sociedad Española de Ornitología (SEO) de Málaga, cuyo coordinador enfrenta los valores naturales que la Ley del Parlamento Andaluz le otorga al enclave desde 1989 frente a las bondades que anuncian las administraciones con este pasillo de la Senda Litoral. «Por encima de todos, la calificación destaca la desembocadura por su carácter de hábitat para una gran variedad de aves acuáticas, algunas de ellas amenazadas», avanza Francisco Rivera.

Desde SEO destacan la importancia del pequeño delta por el número de especies que lo eligen en las diferentes fases del ciclo biológico anual como son la invernada, la reproducción y los pasos migratorios entre Europa y África. «La conservación de este espacio es fundamental para preservar un auténtico hotel para la fauna en una zona muy transformada por el ser humano», explica Rivera, antes de poner nombre y apellidos a especies amenazadas como la gaviota de Audouin o el pato malvasía. Según el coordinador de SEO Málaga, esta última saca adelante todos los años un número de nuevos individuos muy importante para su exigua población europea. «Pocas capitales españolas tienen especies protegidas criando en su término municipal. Los malagueños tendríamos que estar orgullosos», asevera.

Los expertos de SEO creen que el paso de miles de personas supondría «un golpe mortal a un espacio de tan reducida extensión», ya que muchas de las aves necesitan unas condiciones de tranquilidad para poder descansar, alimentarse o criar que desaparecerían con la pasarela. «No es admisible que una infraestructura convierta a un espacio protegido de estas características en un mero pasillo para miles de ciclistas y paseantes», insiste Rivera. La asociación propone dos pasos alternativos no muy lejanos bajo una misma fórmula. Un vial adosado en el puente de la N-340 a su paso por la Azucarera o, más al sur, en el viaducto de la A-7.

«Quedará a 150 metros de la zona de cría» Uno de los principales argumentos de SEO-Málaga para advertir de la amenaza que supondrá la pasarela para las aves es su proximidad con una de las lagunas en la que precisamente se reproduce el pato malvasía. Los ornitólogos aseguran que el puente quedaría a apenas 150 metros del humedal, «una distancia insuficiente»: «Lo que aquí se protege por Ley no es un estanque lleno de patos y cisnes domésticos, sino una completa comunidad de aves inscrita en un sistema ecológico de gran complejidad y bien estructurado, muy frágil y expuesto a perder biodiversidad si aumenta la presión ciudadana sobre él».