­Con el trasfondo de la puesta en marcha de la Ley de Transparencia, que entró en vigor ayer a nivel nacional, la Diputación de Málaga publicó también ayer la segunda oleada de los datos que conforman el Informe de Transparencia para los 103 municipios de la provincia. En un clima de descontento social, en el que la corrupción se ha erigido como una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, según los datos facilitados por este observatorio, los ayuntamientos estarían ganando en transparencia y en la aplicación de medidas que fomentan el gobierno abierto. Del informe que está disponible en la web de la Diputación (malaga.es), se deduce que el número de municipios con un nivel alto o medio de transparencia ha aumentado de 26 a 68, comparado con la primera oleada que se realizó en junio.

La transparencia se basa en la publicación de información institucional, organizativa y de planificación. Los problemas surgen en los pequeños municipios. Sus ayuntamientos no cuentan con las herramientas necesarias para facilitar la información. La necesidad de revelar todos los datos, hasta ahora desconocidos para el ciudadano, responde a la obligación de cumplir con La Ley de Transparencia del Gobierno central y de la Junta de Andalucía. «Hablar de transparencia es hablar de la necesidad imperiosa que tenemos las administraciones públicas de trasladarle a los ciudadanos todos y cada uno de los procedimientos que se llevan a cabo en los ayuntamientos de una manera fácil y accesible», explicó ayer el vicepresidente de la Diputación, Francisco Oblaré.

De los 103 municipios, 94 ya publican algún tipo de información que se enmarca dentro del derecho a la transparencia. Sólo nueve localidades siguen siendo un libro cerrado para sus ciudadanos. «Todavía hay algunos que son celosos a la hora de facilitar sus datos», hizo hincapié Oblaré sobre la necesidad de concienciar a todos los regidores de que esta «información es propiedad de los ciudadanos».