­Tres senadores del PP de Baleares rompieron ayer la disciplina de partido y apoyaron una moción que presentó el PSOE de Málaga contra la intención del Gobierno de seguir adelante con las perforaciones de los fondos marinos en la provincia. Una votación de la que se ausentó el senador andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla y en la que los senadores populares de Málaga volvieron a votar en contra de la paralización de estos sondeos.

La iniciativa fue defendida por la portavoz socialista de Turismo y senadora malagueña, Pilar Serrano. Ella misma detalló su solicitud a la Cámara Alta para que mostrase su rechazo a los «permisos de investigación», o autorizaciones de «exploración de hidrocarburos, tanto los ya concedidos como los que estén en tramitación, en el Mediterráneo y en las aguas jurisdiccionales colindantes al archipiélago de Canarias».

El texto exigía al PP la suspensión de dichos permisos, «teniendo en cuenta la magnitud del impacto negativo en el medio marino y en las actividades pesquera y turística». Serrano manifestó: «Los senadores por Málaga han antepuesto los intereses del Gobierno y Rajoy al de los malagueños. Las prospecciones de hidrocarburos conllevan el desarrollo de trabajos concretos que afectan al medio marino, a los ecosistemas, fauna y flora marina, al sector pesquero y a la industria turística».

La senadora recordó que el turismo es en la provincia malagueña un «elemento estratégico, motor de la economía y generador de empleo». Y agregó que esperaba de los senadores del PP por Málaga «altura de miras», como ocurrió, según la propia Serrano, con «otros compañeros de bancada».

Además, se refirió al senador malagueño Moreno Bonilla: «De él ya no esperamos nada. Cuando se está debatiendo un asunto fundamental para la provincia de Málaga y para el conjunto de Andalucía, ni siquiera asoma la cabeza por el Senado, que es donde le pagan los ciudadanos. Moreno hace novillos justo en un asunto vital para nuestra economía».

En el documento presentado a los senadores, el PSOE pedía una modificación de la Ley de Hidrocarburos de 1998 y la Ley de Evaluación Ambiental, para aumentar la «exigencia para la evaluación del impacto ambiental, no sólo en el medio natural, sino también en sectores económicos como el turístico, el pesquero y otros que pueden resultar afectados».

Los socialistas pretendían que se estableciera la obligación de prestar «las garantías financieras suficientes para responder frente a los eventuales daños que puedan generar las actividades que se desarrollen». Durante su intervención, la senadora malagueña apuntó que en España el turismo ya representa el 10,2% del PIB y el 11,5% del empleo, con más de dos millones de empleos generados, y advirtió asimismo de que este sector necesita medidas para ser más competitivo.

Pilar Serrano recriminó al PP su «postura cambiante y demagógica en función de si ocupa el Gobierno o está en la oposición». Así, manifestó que los populares «han pasado paradójicamente de meter miedo con las prospecciones a intentar convencernos de que es bueno para el turismo». Y aclaró que el PSOE siempre ha estado en contra, «cuando gobernábamos y cuando estábamos en la oposición». Precisó no obstante que en Baleares sí cambió: «Hemos rectificado y hemos cambiado nuestra postura», dijo Serrano.