El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lleva toda la Navidad repitiendo que la crisis ha pasado y que ha comenzado la recuperación económica. Se apoya en los grandes datos macroeconómicos, la caída de la prima de riesgo -esa que nos tuvo en vilo dos años pese a que nadie tenía muy claro qué era-, los datos de creación neta de empleo y en la percepción de la gente en la calle. Parece que hay más consumo y el turismo ha ido al alza. Sin embargo, esta es sólo parte de la historia, como se encargan de recordar los sindicatos, que argumentan que los buenos datos macroeconómicos se asientan en la precariedad en el empleo, recortes de prestaciones sociales y caída del salario medio. Es decir, en un empobrecimiento generalizado que es la realidad que esconde el espejismo del PIB.

Este nuevo año será el de la prueba del algodón para ambas tesis, como reconocen los propios agentes sociales de Málaga. Por un lado habrá que comprobar la fortaleza de la anunciada recuperación; mientras que aumentará la presión para mejorar las condiciones laborales, reduciendo la temporalidad y aumentando el poder adquisitivo de los trabajadores.

Queda un tercer elemento en juego y que los economistas de Málaga consideran clave si se espera una recuperación económica creíble y sólida, como, a diferencia de los sindicatos, ellos sí defienden. Este elemento es la actuación de los bancos y la apertura de las líneas de crédito al consumo y al empresario con tipos de interés más asequibles. Una vez terminada la reestructuración del sector, completado el proceso de fusiones y ajustadas las nuevas entidades, queda por dilucidar cuándo se retomará la práctica de prestar dinero. Una vez que éste empiece a circular con tipos de interés asequibles (el Euribor está a 0,5%, aunque hay bancos que piden hasta un 8% de interés), la actividad económica empezará a despegar con fuerza.

Empleo

Quizá el elemento que más preocupa a los sindicatos ahora es la creación de empleo. Pero no a toda costa, sino con unos mínimos de estabilidad y calidad. El secretario provincial de CCOO, Antonio Herrera, recuerda que por primera vez en la democracia el trabajo temporal (51%) supera al indefinido (49%), signo de la precariedad que se está extendiendo en el empleo. Herrera apunta a la reforma laboral como causante de esta tendencia.

Pero no este es único problema que advierte Herrera. Insiste en que la generación de empleo se hace con dientes de sierra, con meses de mucho crecimiento con otros de grandes caídas, al estar vinculado a los únicos motores económicos de la provincia: consumo, turismo y algo de construcción. Además, recordó que la pérdida salarial media en los últimos años ha sido del 15%, lo que ha dado un golpe significativo al consumo, empeorando las perspectivas de salir de la crisis. Tanto es así que recordó que incluso el FMI y la UE «han reconocido su propio fracaso con los recortes, aunque son tan cínicos que seguidamente han pedido más».

Herrera insiste en que para este año las prioridades de CCOO se centrarán en la mejora de los salarios y que el Gobierno complemente la ayuda a los parados con una renta básica, así como recuperar las prestaciones sociales que se han recortado.

«Dudo que en 2015 la recuperación sea lo suficientemente visible como para haber salido de la crisis y los datos confirman esta previsión, con un aumento del paro, destrucción de derechos laborales y pérdida del poder adquisitivo». Ese es el análisis que hace la secretaria provincial de UGT, Auxiliadora Jiménez, sobre las perspectivas a corto plazo. Comparte la visión pesimista de CCOO para este ejercicio, poniendo en duda las afirmaciones del Gobierno.

Auxiliadora Jiménez insiste en que el empleo que se crea es «poco y de pésima calidad». «No se puede esperar una recuperación económica sostenida y sostenible si se bajan los salarios y el empleo es precario», insiste la responsable de UGT en Málaga, quien lamenta que sólo se ofrece empleo en turismo y comercio por la falta de un modelo productivo alternativo. «La reforma laboral ha sido devastadora con la economía productiva», afirma Jiménez, quien aclara que el objetivo de su sindicato será «hacer entender al Gobierno de la necesidad de crear empleo de calidad y apostar por una economía de I+D+i».

Cambio de tendencia

El presidente de CSIF Málaga, Joaquín Pérez, sí atisba una visión más positiva para este 2015, con una esperada mejora económica para el país que espera que también trascienda a los trabajadores de la administración, donde se ha perdido un 6% del empleo en esta legislatura.

«La mejora de los servicios públicos debe ir acompañada de más empleo público y la recuperación del poder adquisitivo», insistió el responsable de CSIF en Málaga, quien insistió en que el funcionariado «ha sido un sector muy castigado por los recortes».

El presidente del Colegio de Economistas de Málaga, Juan Carlos Robles, se mostró optimista para este año, sobre el que se mostró «convencido de que será el año de la recuperación», después de que en 2014 se diera por terminada la crisis. No obstante, se mostró cauto y reconoció que «seguiremos notando la crisis, pero iremos remontando la situación con crecimientos del PIB superiores al 2%».

«La confianza de los consumidores es mayor y se ha perdido el miedo a la crisis», apuntó Robles, quien vaticina una mejora económica, pero condiciona su solidez a que los bancos abran la fuente del crédito a unos intereses asequibles. «Sin crédito no habrá gran consumo ni gran inversión», afirma el presidente de los economistas malagueños.