Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Málaga instará al equipo de gobierno del PP a informar en la próxima Comisión Especial de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, la primera de este año, sobre el proyecto para el tramo final de la desembocadura del Guadalmedina. Más aún, volverá a exigirle responsabilidades por «el fracaso, la mala gestión y los sobrecostes» de esta actuación, que tenía como objetivo acabar con los malos olores generados en esta parte del río.

Así, según la solicitud de comparecencia para la Comisión de Transparencia, que tendrá lugar el 4 de febrero, IU preguntará sobre los motivos del «fracaso» de este proyecto y por qué las obras han quedado paradas a la mitad, las repercusiones de dicha paralización, si con lo ejecutado se resuelven los problemas de malos olores por el fango y la suciedad y si se prevé acabar esta actuación y, en consecuencia, en qué plazos y el sobrecoste que ello conllevaría.

Para el portavoz municipal de Izquierda Unida, Eduardo Zorrilla, «la solución definitiva pasaría por ejecutar una de las fases del parque fluvial como se contemplaba en el proyecto ganador del concurso de ideas del Guadalmedina». «Se trata de una propuesta viable desde el punto de vista técnico y científico, que está avalada por expertos», señaló a Europa Press.

La coalición de izquierdas presentó el pasado mes de septiembre una moción por las quejas de los vecinos, que calificaban de «chapucera» la actuación en el tramo final de la desembocadura del río. A su juicio, trasladó Zorrilla, «era un parche, una solución provisional, para que fuera más fácil limpiar, pero que no resolvía los problemas debido a que se seguiría acumulando fango y por el hecho de que las obras sólo llegaban hasta el puente del Carmen». También se recordaban entonces las discrepancias que surgieron después de que la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) emitiera un informe técnico contrario al proyecto elaborado por la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) para poner fin a los malos olores, enterrando con tierra y hormigón la parte final del cauce.

La obra que finalmente se empezó a ejecutar era la que proponía Urbanismo, que mantiene intacta la lámina de agua en la desembocadura, extendiendo hormigón sólo sobre el suelo de rocas para facilitar las tareas de limpieza de los lodos que acumula y que motivan los malos olores. La empresa adjudicataria, por un importe de 470.000 euros, fue Obrascón Huarte Lain (OHL).

Sobrecoste

Según criticó Zorrilla, «ejecutar el proyecto completo implica un importante sobrecoste, ya que con el presupuesto por el que se adjudicó no se avanza más allá de donde está la presa que retiene el agua de la desembocadura, pasado el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) Málaga y a medio camino entre los puentes de la Misericordia y del Carmen». «En conclusión, si el proyecto aprobado ya era insuficiente para resolver los problemas, la ejecución ha sido nefasta y dejar las obras a la mitad supone una gran chapuza, en tanto que no se soluciona nada pese a gastar 470.000 euros de dinero público», zanjó.