La provincia de Málaga ha conseguido acabar el año 2014 con un repunte interanual de más de 2.000 empresas -exactamente 2.083- dadas de alta en la Seguridad Social. Con este aumento del 4%, Málaga se sitúa con 53.371 firmas cotizantes, lo que supone la mejor cifra de cierre de ejercicio desde 2008, al inicio de la crisis económica. La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) celebró el dato publicado ayer por la Seguridad Social y comentó que, pese a que la crisis se ha llevado por delante más de 12.000 empresas en la provincia, el tejido emprendedor sigue generando nueva actividad para compensar en parte a las firmas desaparecidas.

En concreto, fuentes de la CEM comentaron que el comercio y el sector turístico son las áreas donde más nuevos negocios se están generando, además de segmentos concretos como la confección con carácter exportador, la industria cultural o la informática.

Los datos de la Seguridad Social confirman también a Málaga como el motor económico de Andalucía al concentrar casi el 22% de las compañías activas en la comunidad. Tras Málaga se sitúa Sevilla, que cuenta ahora con 51.843 empresas.

El incremento empresarial de 2014 ha venido acompañado de una gran subida en el número de trabajadores autónomos. La Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA-A) recordó ayer que en Málaga el alza durante el pasado año fue de más de 5.000 trabajadores por cuenta propia, lo que ha devuelto a la próxima a los niveles máximos que llegó a manejar en esta modalidad hasta el estallido de la crisis, con 102.458 afiliados actualmente al RETA. La mayoría de los autónomos de Málaga se concentran en el comercio (30.486), la hostelería (13.122) y la construcción (10.338).

El vicepresidente de la ATA-A, Rafael Amor, consideró que el aumento en la afiliación de trabajadores por cuenta propia, por segundo año consecutivo, «muestra sin tapujos que la lenta recuperación económica y el avance del empleo en la comunidad viene dado por los autónomos andaluces, ellos son los protagonistas en este nuevo espacio». Amor, no obstante, recordó que persisten problemas como «la financiación con cuenta gotas, la caída del consumo; la morosidad o las tasas impositivas cada vez más altas frente a una competencia desleal en aumento». Todo ello, aseguró, «afecta al desarrollo y subsistencia de nuestros negocios, nos están asfixiando». La prueba es que durante 2014 hubo 33.547 altas de autónomos en Málaga pero también 28.549 bajas de personas que, por un motivo u otro, tuvieron que abandonar la actividad.

El aumento de autónomos tiene una única posible sombra: los sindicatos creen que en algunos casos se trata de personas que son despedidas por sus empresas y obligadas a darse de alta para seguir trabajando de forma externa.