Un hombre de 45 años y con cinco denuncias por malos tratos ha sido detenido por la Policía Local de Málaga como presunto autor de un delito de violencia de género con lesiones y otro de atentado a agente de la autoridad. Según informó ayer el cuerpo municipal, el arrestado supuestamente le dio una paliza a su pareja y posteriormente una patada a una agente que participó en su detención. Las mismas fuentes añadieron que los episodios de malos tratos se venían produciendo desde poco tiempo después de iniciar la relación sentimental, un año aproximadamente, tiempo en el que le constan cinco episodios. Concretamente, entre julio y octubre de 2014 motivados por delitos de violencia de género, lesiones y quebrantamientos de condena.

A pesar de esas cinco denuncias por maltrato, la mujer terminaba retirando la denuncia o acogiéndose a su derecho a no declarar, ya sea por miedo o porque su pareja la convencía de que nunca más se iban a repetir los hechos, explicó el Área de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, antes de añadir que las amenazas de muerte y la violencia de las agresiones «iban en aumento, siendo frecuentes los golpes en la cabeza, cara y resto del cuerpo», lo que al parecer ha motivado que la víctima haya sufrido múltiples heridas y contusiones. Entre ellas, una en la ceja por la que recibió varios puntos o la rotura de un diente. Incluso, en una ocasión parece que el hombre le llegó a poner una botella rota en el cuello con intención de clavársela.

El último episodio violento se produjo la pasada semana cuando supuestamente el individuo comenzó a insultar y amenazar de muerte a la víctima, golpeándola con una bota en la cara y en la frente y propinándole patadas y puñetazos por todo el cuerpo mientras «le obligaba a mantenerse callada para que no la oyera nadie gritar». Una llamada de socorro de la víctima a través de un mensaje puso en alerta a los agentes de la Policía Local de Málaga que, avisados por una tercera persona, se personaron en la vivienda. Aunque nadie respondió, los agentes contactaron con una persona que permitió la entrada al inmueble, donde encontraron en una habitación del fondo a la víctima tumbada con un ojo morado, con hematomas en diversas partes y quejándose de dolor en la nariz, el oído y un costado, manifestando que las agresiones habían sido llevadas a cabo por su actual pareja. Durante el forcejeo para su detención, una agente recibió una parada.