La Guardia Civil, en el marco de la Operación Narixa, ha desarticulado en Málaga un criadero que comercializaba cachorros de perros de raza con documentación falsificada. Se han inmovilizado 162 cachorros de perros de distintas razas por motivos sanitarios y se ha detenido a una persona como responsable del criadero por delitos de falsedad documental, intrusismo profesional y estafa. Asimismo, se ha imputado por falsedad documental al responsable de una imprenta donde se confeccionaban al completo las cartillas sanitarias de los perros.

En declaraciones a los periodistas en Huelva, el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa Díaz del Río, que ha inaugurado este viernes en la capital onubense la exposición 'La Guardia Civil frente al terrorismo, por la libertad, por las víctimas', y que ha asistido a la entrega de los Premios Albéitar 2014 del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios, donde el Seprona ha recibido el premio en la categoría de Institucional, ha informado de esta operación.

Al respecto, ha señalado que estas dos personas "estaban traficando con estos animales, vendiendo ilegalmente a estos perros pequeños, preferentemente de la raza Yorkshire". De igual forma, ha recordado que el pasado mes de diciembre "se incautaron de casi 400 perros a nivel nacional de menos de tres meses con los que también se estaba traficando".

La investigación se inició en noviembre como consecuencia de la denuncia presentada por el Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga tras haber recibido información de varios veterinarios de la localidad de Nerja que habían detectado el comercio de cachorros de perros de raza con cartillas de vacunación supuestamente falsificadas.

Los agentes realizaron un estudio de esas cartillas y comprobaron que existían unas diferencias mínimas con respecto a los documentos originales, principalmente en textura y en color, por lo que a simple vista era muy difícil de detectar. Por este motivo los investigadores sospecharon desde un primer momento de la implicación de un profesional de la imprenta en la confección de dichos documentos dada la calidad de los mismos, ha informado el Seprona en un comunicado.

Paralelamente, se realizaron varias inspecciones en establecimientos de venta de animales de varias localidades de la provincia de Málaga, donde se detectaron más cartillas falsificadas y se identificó a una persona como sospechosa. Se trataba del proveedor de esos animales y documentos, que llevaba varios años dedicándose al comercio de cachorros de perros de raza, principalmente de tamaño pequeño, en un criadero situado en la localidad de Padul (Granada).

Tras inspeccionar este criadero se comprobó que la mayoría de los animales carecían de la debida documentación sanitaria acreditativa de su identificación y vacunación, así como del resto de tratamientos necesarios. Por ello, se inmovilizaron un total de 162 cachorros de perro de distintas razas, al no existir garantías sanitarias sobre los mismos, y fueron puestos a disposición de las autoridades sanitarias correspondientes.

Asimismo se comprobó la presencia de material, productos y medicamentos veterinarios sin que dicho criador pudiera justificar su legal tenencia y procedencia, así como el destino y uso de los mismos.

Durante la investigación se ha comprobado que esta persona, con el fin de reducir costes veterinarios, había encargado a una imprenta la confección de más de 100 cartillas de vacunación, utilizando como modelo dos cartillas originales donde aparecía el nombre y número de un veterinario colegiado de la provincia de Granada así como su sello oficial, sin que éste supiera nada al respecto y sin contar con la autorización del Consejo Andaluz de Colegios Veterinarios, que es el organismo encargado de expedir y distribuir dichos documentos oficiales a través de los distintos Colegios Oficiales Veterinarios.

El criador ahora detenido, una vez que contaba con los documentos falsificados, realizaba sobre los animales los distintos tratamientos veterinarios y cumplimentaba las cartillas de vacunación a la vez que adhería las pegatinas de las vacunas, para posteriormente distribuirr los animales con dichos documentos a los distintos establecimientos de venta, haciéndoles creer en todo momento que se trataba de documentos originales y que los animales habían sido reconocidos por un facultativo.

En la operación han participado agentes del Equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Málaga que han contado con la colaboración del Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga.