El fenómeno de la economía sumergida y el fraude laboral en Málaga sigue presentando, en líneas generales, unas cifras que doblan a las que se registraban antes de la crisis como consecuencia del deterioro del mercado laboral y la mala praxis de algunos empresarios, especialmente en segmentos como la hostelería. Los controles de la Inspección de Trabajo detectaron en 2014 a casi 3.000 personas en Málaga -exactamente 2.936- trabajando sin contrato después de realizar casi 15.000 controles en empresas. La cifra de empleo aflorado es ligeramente inferior a la del pasado año -un 5%- algo que el jefe de la Inspección en Málaga, Alfonso Conejo, achaca a una cierta mejora económica y, sobre todo, al incremento del importe de las multas a las empresas infractoras, que a su juicio actúa como elemento disuasorio.

Y es que una empresa en la que se detecte a personas sin contrato se enfrenta a una multa de 3.126 euros por trabajador, con recargos a partir del 20% conforme sube el número de afectados y aplicaciones de agravantes en relación al número de meses en que se haya mantenido la situación irregular.

Las multas impuestas durante el pasado año por la Inspección sumaron 10,9 millones de euros en Málaga, principalmente por las sanciones a causa de esos trabajadores no dados de alta. A esta cantidad hay que añadir otros 37 millones en dinero recuperado para las arcas de la Seguridad Social por derivaciones de responsabilidad, recaudación inducida o actas de liquidación.

Conejo destaca dentro de la labor de su departamento, adscrito al Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la campaña especial de control en el sector de la hostelería, que en 2014 rozó las 1.850 inspecciones en Málaga. En ella se incluyen tanto el segmento de eventos -referidos a la popular tripleta de bodas, bautizos y comuniones- como las visitas extraordinarias a restaurantes, chiringuitos o casetas de ferias durante el calendario de verano. De las inspecciones de 2014 salieron casi 500 infracciones y unos 550 trabajadores regularizados, con propuestas de multas por valor de cerca de dos millones de euros.

El jefe de la Inspección ya ha afirmado en varias ocasiones que, en su opinión, Málaga no es una provincia con tasas de economía sumergida muy por encima de la media, sino que se mueve en los porcentajes propios de las provincias mediterráneas -desde Girona a Cádiz-, todas ellas de claro perfil turístico. Además de la hostelería, el comercio y los servicios de construcción (con trabajos a domicilio) son los otros segmentos de actividad donde se suele encontrar más casos de trabajadores sin contrato.

El otro gran frente de la Inspección es la lucha contra las denominadas empresas ficticias, creadas de forma fraudulenta con la única finalidad de «vender» prestaciones a trabajadores (desempleo, maternidades, autorizaciones de trabajo, etc). En 2014 se han levantado 250 infracciones, un 18% más que el año anterior.

«Desde su fecha de creación no abonan ningún importe de cuotas de Seguridad Social, se trata de un robo que nos hacen a todos nosotros y que tratamos de combatir a través de inspecciones selectivas, en colaboración con la Tesorería General de la Seguridad Social, tratando de cortar esas prestaciones mediante la anulación de esos periodos falsos cotizados», explica la Inspección.

Empleos temporales y por horas

La labor de este departamento no sólo ha servido para aflorar empleo sumergido. También ha propiciado durante 2014 la conversión en Málaga de casi 2.000 contratos temporales en indefinidos, un 34% más que el año anterior, después de que la Inspección comprobara que no había causa real para la temporalidad en el puesto de trabajo desempeñado o porque se había excedido la duración prevista para esta modalidad de contratación.

Otro aumento significativo es el de las infracciones levantadas a empresas que tenían a trabajadores con un contrato por horas pero que en realidad trabajaban más tiempo: las actas de infracción en Málaga por este motivo han subido un 71% en 2014, con un total de 125 sanciones a empresas. Además, se obligó a estos negocios a hacer al trabajador un contrato acorde a las horas reales de desempeño.

Los sindicatos CCOO y UGT vienen alertando sobre este fenómeno creciente en el mercado laboral malagueño y apuntan que en sectores como el turismo, la hostelería y el comercio, el empleo por horas supone ya el 60% de los nuevos contratos que se firmaron el pasado año en Málaga.

«Entre los jóvenes, por ejemplo, hay más personas trabajando por horas que a tiempo completo, y no lo hacen por elección sino porque se ven obligados a ello por las empresas. Estos contratos dan pie a muchos abusos, ya que terminan echando muchas más horas de las que pone su contrato. El empleo por horas es ahora mismo la gran bolsa de fraude», aseguran.

Para las centrales sindicales, otro de las grandes problemas en este segmento laboral se concentra en torno a la figura del extra, que hace referencia a aquellos trabajadores que son llamados puntualmente por el empresario para cubrir el servicio de un evento concreto -caso de una boda-. CCOO calcula que en verano suele haber una media de 3.000 extras trabajando cada mes en bares, restaurantes, discotecas o chiringuitos de la provincia de Málaga. Sin embargo, hay días puntuales de alta demanda turística donde la cifra puede incluso duplicarse. La inmensa mayoría de estas personas, según fuentes de CCOO, trabaja sin contrato. El empresario suele pagarles en mano al final de la jornada una cantidad que oscila entre 40 y 50 euros.