La satisfacción de los estudiantes que vienen a Málaga desde los cinco continentes es muy alta. En 2014 hasta 13.000 personas decidieron ampliar sus conocimientos y mejorar su español en la ciudad.

Los motivos por los que los estudiantes quedan prendados de Málaga son muy diversos, pero el principal está muy claro. El clima. «Me gusta mucho el buen tiempo porque en relación a otras ciudades de Europa que pude conocer es de los mejores», destaca Juan Ramón, estudiante Erasmus de México.

Sin embargo, no todo es sol y playa. Factores como la variedad culinaria, la gran mezcla cultural y la personalidad bromista y alegre que define al andaluz, crean un foco de atención que hace que quien salga de la provincia la recomiende: «Nuestra profesora en Francia nos dijo que era su ciudad preferida, con gente muy simpática y acogedora, por eso, no lo pensamos» declara la francesa Camelia.

Además, el esfuerzo monetario que los estudiantes deben afrontar durante el curso no es muy elevado en comparación con otros países europeos, o eso cree la noruega Katrina: «Soy de Noruega, para mí, todo es barato».

El aspecto que más disparidad de opiniones genera entre los que vienen a cursar sus estudios es el académico. Así, en estados latinoamericanos como Colombia o México recomiendan la Universidad de Málaga por su alto nivel de preparación: «En México es muy común que digan que en España hay buen nivel académico. La universidad de aquí es muy buena y tiene su prestigio» defendió la mexicana Lupita.

En la otra cara de la moneda se encuentran personas como la suiza Carol: «El nivel educativo no es muy bueno. Es un sistema diferente al que hemos tenido que adaptarnos. Necesitas de alguien que te explique cómo va todo, pero después te acostumbras», o la italiana Gabriola, quién ha padecido una ardua lucha con la UMA en este semestre: «Los chicos de la clase no me han gustado nada. No me han apoyado nada desde que llegué. Los profesores tampoco, les pedía ayuda porque no entendía y nada».

Entre los elementos peor valorados por los estudiantes extranjeros se encuentran, a nivel nacional, la economía y la política: «El estado de la economía de España no es muy bueno pero la seguridad sí. Me parece un país muy seguro» declaró Aida, procedente de China.

En lo que concierne a la provincia, la suciedad de muchos puntos de Málaga supone un verdadero quebradero de cabeza para los estudiantes: «Lo que menos me ha gustado es la limpieza, sobre todo con los perros. No limpian sus excrementos» denunció Alejandra, de Colombia.