A raíz del atentado al Charlie Hebdo de París, del fallecimiento de un policía malagueño apuñalado y de otros muchos sucesos, la Policía Local, sobre todo a través del sindicato UPLB, exigió la renovación de los chalecos antibalas, ya que, con los años, los que tienen han quedado obsoletos.

«Hicimos escritos al alcalde donde le pedíamos una partida presupuestaria para la compra de chalecos, eran pocos para todos y la plantilla estaba preocupada», contó Nicolás Aguilar, secretario general del sindicato Unión de Policía Local y Bomberos de Málaga.

A partir de esta solicitud, el Consistorio ha designado la partida presupuestaria reclamada y, según tienen entendido, la adquisición de los nuevos chalecos está en marcha. «Todavía no se han repuesto, pero sabemos que la compra suele tardar», señaló Aguilar.

Asimismo, la petición desde el sindicato quiere dar un paso más allá. También solicitan que los chalecos sean personalizados, es decir, que cada agente tenga el suyo propio y se convierta en una pieza más del uniforme de los agentes, al igual que las armas o el vestuario. «Si vemos que viene poca cantidad, seguiremos pidiendo», afirman.

Cuantía destinada a la compra

En este sentido, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Julio Andrade, detalló a este periódico que la cuantía destinada a la compra de nuevos chalecos antibala está sobre los 200.000 euros, con los que se podrán comprar más de 200 piezas, ya que el precio no alcanza los mil euros. Con esta nueva partida, los chalecos mejorarán y pasarán de ser solo antibalas a ser también anticortes y antipunzón, para así proteger a los policías de heridas de arma blanca.

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«Le dimos participación a los sindicatos para que propusieran varios chalecos y al final escogimos uno algo mejor del que habían elegido», señaló el concejal.

Para realizar la compra, la semana que viene se publicará en el Boletín Oficia de la Provincia el concurso público en el que podrán participar las empresas españolas que venden estos equipamientos de seguridad para fuerzas armadas.