La provincia de Málaga generó el pasado año 68.136 contrataciones realizadas a trabajadores de otras provincias, la cifra más alta desde 2008 (72.911), justo cuando comenzaba la crisis. Muy lejos quedan ejercicios como 2006, cuando el mercado laboral malagueño fue capaz de generar más de 106.000 contratos a trabajadores de otras zonas de España, aunque 2014 revela al menos una reactivación general, ya que en los dos años precedentes los guarismos habían caído por debajo de las 60.000 contrataciones. La tasa de entrada se situó en el 11,6% del total de contratos firmados, el porcentaje más elevado desde los comienzos de la recesión.

Los datos fueron recabados ayer por la empresa de trabajo temporal Randstad a partir de la estadística del Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE). Randstad destacó que Málaga sigue siendo más importadora de mano de obra que emisora. Bien es cierto, no obstante, que también aumenta el número de malagueños que se va a trabajar a otras provincias: en 2014 fueron 60.519, un 20% más que el ejercicio anterior y también la cifra más elevada desde 2008.

Con estas cifras, Randstad precisó que Málaga es la provincia andaluza con mejor saldo de movilidad (la diferencia entre trabajadores que entran y que salen) aunque lo haga con el nivel más bajo de los últimos siete años (7.617 contrataciones). La provincia tuvo en 2014 el quinto mejor saldo de España tras Madrid (166.662), Barcelona (48.863), Álava y las comunidades uniprovinciales de Baleares (29.935) y Murcia (9.614). Cabe recordar que muchas provincias arrojan saldos negativos, es decir, salen muchos más trabajadores de los que entran. En Valencia, por ejemplo, el saldo fue de -9.663 y en Sevilla de -14.384.

La directora de Randstad en Andalucía Oriental, Eva Miquel, afirmó que el trabajo ligado a la hostelería y el comercio son los segmentos malagueños de actividad que más atraen actualmente a personas de otras provincias, sobre todo entre los meses de marzo y septiembre, coincidiendo con la temporada turísitica que se inicia con la Semana Santa. La construcción, por contra, sigue desaparecida «y con un grado de empleabilidad mínimo».

«Málaga es una de las provincias que más crece en trabajadores llegados de otras provincias y esto se debe a las ofertas de trabajo vinculadas al turismo, a los servicios y al comercio. Hablamos de camareros, cocineros, ayudantes de cocina o camareras de piso, además de dependientes y de personal para todo tipo de puestos de atención al cliente. El don de gentes, la empatía, la capacidad de servicio y los idiomas» son los elementos clave en la selección de trabajadores», dijo Miquel.

En España, los contratos que implican un traslado de provincia del empleado alcanzaron en 2014 su cifra máxima desde 2007, con 2,1 millones, según Randstad. Durante ese periodo, en tres ocasiones se superaron los dos millones de contratos que implican movilidad, mientras que los cinco restantes se situaron entre 1,6 y 1,8 millones. Concretamente, 2014 supuso el segundo año consecutivo de incremento. La tasa de movilidad (contratos que implican movilidad interprovincial de trabajadores respecto al total) se situó en España en el 12,6%, ligeramente por encima del 12,2% del año anterior. En Málaga se registró un 10,5%.

En el caso de Andalucía, más de 520.000 trabajadores -menos del 10% del total- firmaron en 2014 un contrato de movilidad, lo que supone un 16,6% más que en 2013, cuando se registraron 446.000.