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El desabastecimiento de medicamentos empieza a convertirse en un clásico del invierno por el aumento de patologías respiratorias. Pero este año la falta de fármacos se ha visto agravada a consecuencia de las nuevas subastas, pues cada vez son más las medicinas cuyas moléculas salen a concurso y deben ser dispensadas a los pacientes según una marca genérica concreta, lo que multiplica sus ventas y, en consecuencia, su falta.

Así lo certifican los propios farmacéuticos, que admiten que la escasez de medicamentos les ocasiona dolores de cabeza. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Francisco Florido, reconoce que en la provincia la falta de determinados medicamentos de marca como aerosoles o antibióticos es una realidad. «Pueden ser sustituidos por otros y la Ley de Garantías nos avala para poder hacerlo en caso de desabastecimiento», señala Florido, que destaca que las marcas no sólo pueden venir de recetas privadas, sino que en algunos casos también de médicos de la Seguridad Social. En este sentido, señala que en la mayoría de casos se puede proporcionar otra marca comos sustituta, aunque en este caso es el paciente quien tiene la última palabra.

Si una marca concreta no tiene competencia en el mercado y, por tanto, no puede prescribirse otra alternativa, el paciente debe acudir al médico para que le recete otro tipo de principio activo para la patología de la que adolezca.

No obstante, para conocer de primera mano qué ocurre en las boticas malagueñas, el Consejo General de Colegios de Farmacia está implantando el sistema CISMED, que en Málaga estará disponible en unas semanas para conocer en tiempo real posibles desabastecimientos y así actuar de forma más rápida ante la escasez de fármacos. Además de esto, las farmacias están elaborando listados diarios para pedir los medicamentos que les faltan y que más demandan los pacientes.

Al margen de la falta de determinadas medicinas por virus y enfermedades respiratorias, las farmacias malagueñas están sufriendo desabastecimiento por los medicamentos genéricos que ganaron las subastas convocadas por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.

Los propios farmacéuticos califican la situación de caótica. En una farmacia del sector del Hospital Civil de la capital afirman que están faltando antibióticos, medicamentos para el cáncer de mama como el Tamoxifeno y otros que sirven para atajar problemas respiratorios como el asma. «Estamos haciendo sustituciones como podemos, porque hay enfermedades que se agravan y se rompe el stock», dijo una trabajadora que prefirió guardar su anonimato. Además, destacó que muchos de los medicamentos que faltan son de la subasta y criticó que algunos de ellos nunca han llegado a su farmacia. «Así no se puede trabajar, se nos quedan las compras colgadas», dijo la farmacéutica, que lamentó que los laboratorios que producen estos fármacos están en la India o Finlandia. «Las subastas, encima, no dan trabajo a los laboratorios españoles», criticó.

Las sensaciones de esta trabajadora parecen ser las mismas que la del resto de compañeros. Desde la Farmacia Mata de la calle Larios, Pilar Romero alertaba ayer de que algunos de los fármacos que están en falta son básicos y tan conocidos como el Eutirox -para problemas de tiroides-, el clásico antibiótico Augmentine o el broncodilatador Pulmicort. «Nos faltan 155 medicamentos que siempre teníamos en el almacén, algunos son hasta encargos», señaló la farmacéutica, que criticó que, en el caso de los fármacos de subasta, en muchas ocasiones se pasan del tanto por ciento que les paga la Junta en caso de no haber unidades del recetado y no les abonan la diferencia por la alternativa.

Desde la Farmacia Caffarena, situada en la Alameda Principal, sus trabajadores admiten que el desconcierto es diario. «Todos los días falta algo, este año está siendo mucho peor que los anteriores», afirmó un trabajador, que destacó que muchos pacientes no quieren cambiar de marca de medicina porque desconfían de las nuevas tras años tomando las de siempre. Así, destacaron que faltan medicamentos como Simvastatina, para el colesterol, Ranitidina, un protector de estómago o ciprofoxacino, un antibiótico. También faltan Terbasmin, un broncodilatador o la vacuna de la hepatitis A, Havrix.

Desde la Cooperativa Farmacéutica Andaluza (Cofarán) su presidente, Leandro Martínez, admite que en la mayoría de casos las distribuidoras piden un número determinado a los laboratorios y que estos les envían una cifra mucho menor a la que han solicitado. «Esto ocurre todos los años pero ahora quizás más, hay muchas moléculas en falta, tanto de subasta como de libre prescripción», dijo.

Rotura de stock

En lo que se refiere a los medicamentos cuyas moléculas han logrado un concurso público de la Junta, el presidente de Cofarán afirma que muchos de estos laboratorios no dan «abasto». «Muchos están desbordados», afirma, aunque reconoce que en el caso de las multinacionales con sede en otros países lo que ocurre es que la gestión se hace a más kilómetros, lo que dificulta aún más el abastecimiento a las farmacias malagueñas. Así, señaló que en los almacenes que regenta los medicamentos de los que más falta hay son los analgésicos Metamizol, Paracetamol de un gramo, Ebastina para la alergia o el antibiótico Amoxicilina. En cuanto a fármacos de libre prescripción, los más llamativos son Atrovent y Symbicort, para el aparato respiratorio y el antibiótico Augmentine.