­La compraventa de viviendas en Málaga cerró el ejercicio de 2014 con sus mejores cifras desde el estallido de la burbuja inmobiliaria aunque, según los empresarios del sector, con el grueso de las operaciones acaparadas por ciudadanos extranjeros y por un perfil de inversores que ven ahora mismo en la compra de pisos una buena oportunidad de futuro. La demanda natural de la población malagueña, por contra, seguiría agazapada a la espera de que el paro baje de forma clara y a que el crédito bancario se reactive. De momento, los datos publicados ayer por el Ministerio de Fomento indican que en Málaga se vendieron 23.929 viviendas el pasado año, un 28,5% más que en 2013 y el mejor dato desde que se declaró la crisis, allá por 2008 (26.430). Lejos quedan los años del boom inmobiliario, cuando en la provincia se vendían entre 40.000 y 50.000 inmuebles por ejercicio.

Málaga capital y Marbella encabezan el ranking por municipios con casi 4.000 ventas cada una y subidas del 25% y el 28% respectivamente. Los incrementos son, no obstante, generalizados en toda la Costa del Sol con picos del 70% en Torremolinos (1.399 operaciones) y del 56% en Benalmádena (1.870). Manilva sube casi un 50% (2.384), Benahavís un 33% (711), Fuengirola un 29,8% (1.295), Estepona un 26,6% (2.113) y Mijas un 14,7% (2.384). En Vélez el aumento es del 15,5% (913) mientras que Rincón de la Victoria presenta el único descenso (-3,7%) con un total de 449 ventas.

El repunte del mercado en este 2014 tiene dos características básicas. La primera, que las viviendas de segunda mano son las que acaparan ahora mismo el interés de los compradores, con 20.834 operaciones, el 87% de todas las contabilizadas en Málaga por el Ministerio, que utiliza los datos aportados por la Agencia Notarial de Certificación (Ancert). Las ventas de vivienda usada subieron casi un 33% mientras que la nueva lo hace sólo un 7%. El segundo elemento de diagnóstico es que son los extranjeros (tanto residentes como no residentes) los que sostienen en gran parte la actividad: en 2014 el 38% de las ventas en Málaga fueron a foráneos (en total, 9.170).

El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), José Prado, valoró la subida como «un rayo de esperanza» para el sector pero recordó que la vuelta del mercado a la normalidad sólo se producirá con el retorno del propio comprador malagueño, algo que, en circunstancias normales, asegura una demanda de unas 20.000 viviendas al año. «Ahora mismo, lo que se están produciendo son compras de viviendas por parte de extranjeros para usarlas como residencia vacacional y adquisiciones a cargo de inversores, incluidos españoles, que adquieren pisos por valor de entre 150.000 y 180.000 euros para destinarlos al alquiler. Los precios han caído hasta un 40% y es buen momento para comprar y sacar una rentabilidad que, ahora mismo, es mejor de la que te da un banco por tener unos ahorros a plazo fijo», comentó. Prado añadió que el ajuste de precios ya ha finalizado, lo que está provocando que los compradores que hasta hace poco estaban indecisos -en espera de que los valores pudieran seguir bajando- estén ya volviendo al mercado.

«Este fenómeno nos permite llorar con un solo ojo pero seguimos a la espera de que vuelva el comprador malagueño y eso sólo ocurrirá cuando la tasa de paro comience a bajar de forma clara», dijo. La principal preocupación de los constructores es que se termine de dar salida al stock de viviendas en la provincia (entre 12.000 y 26.800, según la fuente) para poder plantear el inicio de nuevos proyectos. De momento, el visado de viviendas -menos de 800 el pasado año- permanece en suelos históricos.

En España, la venta de viviendas dejó atrás la caída del 17,4% experimentada en 2013 al repuntar en 2014 un 21,6%, el mayor crecimiento en un ejercicio completo desde hace 10 años, y alcanzar 365.594 transacciones, la mayor cifra de operaciones desde 2010. Si nos remontamos a las cifras que se registraban en los años del exceso y el «boom» inmobiliario, el número de compraventas alcanzado en 2014 es un 62% inferior a los máximos de 2006, cuando llegaron a superarse las 950.000 operaciones. La vivienda de segunda mano fue la gran protagonista de esta reactivación del mercado, al aglutinar el 86,9% de las operaciones. La Fundación de Estudios Inmobiliarios (FEI) y portales como Fotocasa e Idealista advierten de que aún es pronto para hablar de recuperación, aunque creen que el sector podría ver la luz al final del túnel en 2015 a pesar de que aún estamos en niveles de actividad muy bajos.