­Un 30% de los hombres con problemas de fertilidad tiene alteraciones en el semen. Hasta hace poco, el estudio del varón en esterilidad se limitaba al seminograma y al estudio en sangre de los cromosomas, pero desde hace un tiempo los profesionales cuentan con la prueba de hibridación in situ fluorescente que analiza la muestra de manera más amplia. Está especialmente indicada para parejas con abortos de repetición o fallos repetidos en fecundación in vitro sin causa aparente.

El responsable de Área de Reproducción Asistida del Hospital El Ángel, José Félix García España, señala que su demanda ha aumentado en el último año en un 12%. Sin embargo, no es una prueba simple y necesita de un laboratorio especializado de genética.

«Su transcendencia reside en que, en aquellas parejas donde el varón tiene dicha prueba alterada, las tasas de fecundación, implantación y gestación disminuyen de un 10 a un 20%», apunta. En estos pacientes se incrementa seis veces el riesgo de anomalías cromosómicas en el feto.