La Inspección de Trabajo de Málaga realizará este año alrededor de 1.900 inspecciones en el sector de la hostelería para atajar la presencia de empleo sumergido (trabajadores sin contrato) y poner freno a otro de los fenómenos más denunciados por los sindicatos en los últimos tiempos: el abusivo recurso a los contratos a tiempo parcial por parte de algunos empresarios que enmascaran así lo que en realidad son jornadas completas de sus empleados. El jefe de la Inspección en Málaga, Alfonso Conejo, explica a este periódico que hace unos días han recibido las directrices del Ministerio de Empleo y Seguridad para la realización de la nueva campaña especial de hostelería, un programa que lleva realizándose ya nueve años por toda España con especial incidencia en provincias de gran tirón turístico. Aunque las inspecciones se realizan repartidas durante todo el año es a partir de Semana Santa, fecha que da arranque oficioso a la temporada turística, cuando comienza el trabajo más intensivo. No en vano, el sindicato CCOO calcula que durante estos días, entre 7.000 y 9.000 personas han podido incorporarse al mercado laboral en Málaga (ya sea de forma puntual o estable) aprovechando este primer gran tirón de actividad turística.

El año pasado, la labor realizada por este departamento en Málaga se saldó sólo en el ámbito hostelero con cerca de 500 infracciones y la regularización de unos 550 trabajadores que estaban sin contrato o echando más horas de las cuenta, además de propuestas de multas para los empresarios infractores por valor de casi dos millones de euros.

«Ahora mismo estamos planificando toda la campaña aunque la Semana Santa ya ha tenido un buen número de inspecciones. Nuestra intención es ser cada vez más efectivos en el control del empleo sumergido», apuntó. Las inspecciones se reparten por todas las zonas de la provincia aunque, lógicamente, la capital y la Costa del Sol tiene un tratamiento más minucioso en los controles.

Dentro de la campaña de hostelería hay un apartado especial para el segmento de eventos, que se acometerá en 2015 por cuarto año consecutivo y en el que los inspectores peinarán los restaurantes durante los meses de mayo y junio para controlar al personal que trabaja en el popular trío formado por bodas, bautizos y comuniones.

Otro pico de actividad se dará durante el mes de agosto a cuenta de las numerosas ferias que se celebran en la provincia. En este caso, los inspectores se encargarán de visitar diferentes chiringuitos y casetas. La Inspección ya ha afirmado en varias ocasiones que, en todo caso, Málaga no es una provincia con tasas de economía sumergida muy encima de la media, sino que se mueve en los porcentajes propios de las provincias mediterráneas -desde Girona a Cádiz-, todas ellas de claro perfil turístico.

Fraude en contratos por horas

Los sindicatos respetan la labor de la Inspección pero la califican de «claramente insuficiente», principalmente por la falta de personal necesario para poder realizar un control mínimamente significativo del mercado laboral malagueño. El responsable de Turismo CCOO a nivel nacional, el malagueño Gonzalo Fuentes, recuerda que el peso de la contratación a tiempo parcial avanza año a año constituyendo en gremios como la hostelería en «un verdadero foco de economía sumergida». «Hablamos de personas que están contratadas dos o cuatro horas al día pero que en realidad echan ocho o más», asegura. Las cifras del Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) indican que los contratos a tiempo parcial representaron el pasado año un 42% del total que se firmaron en Málaga (la cifra más alta que se recuerda). Los sindicatos calculan, sin embargo, que en sectores como el turismo, la hostelería y el comercio, el empleo por horas supone ya el 60% de los nuevos contratos.

Los empresarios suelen explicar esta preponderancia por la precaria situación que han vivido los negocios durante estos años, con el consumo en niveles muy bajos y sin confianza ni actividad asegurada como para incorporar a trabajadores a jornada completa. CCOO, sin embargo, cree que los contratos por horas esconden en realidad una de las grandes bolsas de fraude en el mercado laboral.

«Todo sigue igual. Incluso ahora, cuando el turismo viene repuntando y suben la cifras de ingresos y pernoctaciones, lo que notamos es que la economía sumergida aumenta todavía más. En el sector están mejorado todos los parámetros, pero el empleo no lo hace en la misma proporción», asegura Fuentes, que pide a la Inspección de Trabajo un mayor número de controles sorpresa en puntos como Marbella o Málaga capital y un aumento del importe de las multas a los empresarios infractores.

Gonzalo Fuentes destaca, en el caso, de la hostelería que los empresarios suelen recurrir mucho a la figura del «extra», que hace referencia a aquellos trabajadores que son llamados puntualmente para cubrir el servicio de un evento concreto -por ejemplo una boda o un puente festivo-. Gran parte de estas personas trabaja sin contrato y el empresario suele pagarles en mano al final de la jornada una cantidad que oscila entre los 40 y los 50 euros, afirma el representante de CCOO.

Durante el verano, añade, suele haber una media de 3.000 extras trabajando cada mes en bares, restaurantes, discotecas o chiringuitos de la provincia de Málaga. Sin embargo, hay días puntuales de alta demanda turística donde la cifra puede incluso duplicarse.