Más de 330.000 autónomos y 224.000 pequeñas y medianas empresas andaluzas se beneficiarán de la reforma fiscal puesta en marca por el Gobierno central en vigor desde enero, según indicó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, quien pronunció una conferencia sobre la reforma fiscal y su vinculación con el crecimiento económico en el seno del Foro «Diálogos Loyola» de la Universidad Loyola Andalucía. Ferre recordó que la reforma fiscal «es una reforma estructural más, mediante la que tratamos de adecuar el peso del sector público a lo que es realmente necesario para una sociedad de manera eficiente», para que así «el peso de la recaudación y el pago de los impuestos españoles se ajuste a la cantidad que hay que pagar y no más».

En ese sentido, precisó que en líneas generales, la reforma fiscal tiene un impacto de 9.000 millones de euros para el conjunto de la sociedad y tiene muchos elementos importantes para aspectos de la vida económica como las pymes o los autónomos. En el caso de Andalucía, Ferre recordó que hay 330.000 autónomos andaluces «que van a ver cómo su liquidez mejora como consecuencia de la reforma fiscal» y apuntó que en entre ellos hay 55.000 que ingresan menos de 15.000 euros y a los que «se les practicará una bajada de retenciones cuando se les paga una factura, del 21% al 15%, de forma que tienen hasta seis puntos menos de pago de impuesto, lo que supone seis puntos añadidos de liquidez que les va a venir muy bien».

Tras asegurar que esto «está ya sirviendo para los objetivos de estimular el crecimiento económico», apuntó que 224.000 pymes andaluzas van a poder beneficiarse de la reforma fiscal, de forma que «concretamente si deciden por un ahorro empresarial, pueden tener un tipo efectivo del impuesto del 20,25%, lo cual es una carga fiscal muy ajustada y muy necesaria para ayudar a este tipo de empresas que son tan necesarias para la economía española, por su capacidad de generación de puestos de trabajo».

Ferre explicó que ahora está abierto el debate de la aplicación de la reforma fiscal para analizar sus efectos. «Nuestro compromiso de política económica es que la carga fiscal total de los impuestos y cotizaciones sociales no pasen de una cifra que esté por encima del PIB y cuando se supere esa cifra del PIB, ajustar la carga fiscal», añadió.

Asimismo, resaltó que, según los datos de la Agencia Tributaria, los datos de recaudación han crecido, poniendo como ejemplo el dato del IVA, «que desde 2014 está registrando datos muy positivos por encima del ratio de crecimiento normal del consumo».