Más de 4.200 personas, según los cálculos de la Junta de Andalucía, podrán encontrar trabajo con el dinero que destinará a los ayuntamientos de la provincia dentro del programa de ayudas del decreto de inclusión destinadas a la contratación de parados de larga duración en la provincia, y que ha sido prorrogado para este año 2015, con el objetivo de paliar las situaciones de necesidad derivadas de la crisis económica, según ha anunciado esta mañana el delegado del Gobierno, José Luis Ruiz Espejo. En total, 6,7 millones, a los que hay que añadir otros 885.700 euros para que las familias en situación de riesgo de exclusión puedan también afrontar el pago de suministros mínimos vitales, como la luz o el agua de sus viviendas.

Ruiz Espejo destacó que la Junta ha optado por "dar continuidad" a este programa "debido a las necesidades aún reales de acceso al mercado de trabajo" agudizadas por la crisis económica, el aumento del desempleo, la reducción de salarios, la precariedad laboral y la pérdida de derechos. "No queremos dejar a nadie sin atender", destacó el delegado, que ha estado acompañado por el delegado territorial de Igualdad de la Junta en Málaga, Daniel Pérez.

En toda Andalucía la Junta invertirá 46 millones de euros. De ellos, 7,4 los repartirá entre los 103 municipios de la provincia para que sean los ayuntamientos, a través de los Servicios Sociales Comunitarios, los que se encarguen de llevar a cabo las contrataciones (por una duración mínima de 15 días y máxima de tres meses) o de repartir las ayudas para el pago de suministros.

"La Junta reconoce que existe esta necesidad, como existe en otras comunidades autónomas, pero nosotros somos los únicos que miramos de cara a esta realidad", destacó Daniel Pérez, que informó de que la cuantía mínima que recibirán los ayuntamientos es de 10.700 euros. El de la capital, por su parte, será el que más reciba: 2,2 millones de euros en total.

Las familias que quieran beneficiarse de estas ayudas tendrán que acudir a los Servicios Sociales Comunitarios de su localidad y solicitarlas. "Son la puerta de entrada al sistema, porque son los que mejor conocen la realidad de cada familia y pueden ofrecer una respuesta personalizada y singular", concluyó Daniel Pérez.