El año 2015 ha arrancado con un esperanzador repunte interanual del 95,6% en el visado de futuros proyectos de viviendas en Málaga, según los datos publicados ayer por el Colegio de Arquitectos de la provincia, para quien no obstante el diagnóstico del sector de la construcción continúa siendo «crítico». El primer trimestre del año ha cerrado con un total de 270 visados y una inversión global de 36,5 millones de euros, casi el doble de proyectos que los 138 que se registraron en el mismo periodo del pasado año. La subida es significativa, aunque sin olvidar que la cifra del anterior ejercicio (y de la que sale la comparación) fue el mínimo histórico que se recuerda para un primer trimestre en Málaga. En cualquier caso, los visados de este comienzo de año mejoran los arranques de los ejercicios de 2011, 2012 y del citado 2014, todos ellos eso sí, marcados por una coyuntura de absoluta crisis. Siguen quedando a una distancia enorme los niveles de actividad de la época de la burbuja inmobiliaria. Los ejercicios de 2007 y 2008, por ejemplo, contabilizaron entre 3.000 y 4.350 visados cada uno en el primer trimestre.

El decano del Colegio de Arquitectos, Antonio Vargas, reconoció ayer que la situación del sector constructor parece ser ya ligeramente mejor a la de hace unos meses, aunque a su juicio sea más adecuado coger periodos más largos de tiempo para poder medir de forma realista si en realidad existen indicios de recuperación. Los visados registrados en los doce últimos meses en Málaga (960), por ejemplo, también revelan una subida en relación al periodo precedente, pero en este caso de sólo algo más del 30%.

«Las cifras de visados de este primer trimestre de 2015 son objetivamente algo mejores pero venimos de niveles tan bajos que tampoco resulta difícil superarlos. Puede ser un punto de inflexión pero no significa que estemos dejando atrás la crisis. La pregunta ahora es saber si nos quedaremos mucho tiempo en el fondo del pozo o si remontaremos con rapidez. Toca ser prudentes y no echar las campanas al vuelo por una subida puntual que puede quedarse en un espejismo», apuntó.

En su opinión, la actividad promotora de este año sí debe ser, por lógica, algo superior a la del año anterior que, con sólo 798 visados en todo el ejercicio, fue el más flojo que se recuerda en Málaga desde hace más de medio siglo, cuando empezaron a contabilizarse este tipo de estadísticas.

Por municipios, la cifra de visados en el primer trimestre de 2015 se ha concentrado en el litoral de la provincia, con Málaga capital (43), Marbella (42) y Mijas (41) a la cabeza. Ojén, en la zona de influencia marbellí, presenta 30 visados, mientras que Benalmádena y Nerja suman otros 24 cada uno. Considerando que tanto la capital como la zona de Marbella son enclaves que siempre han mantenido -incluso en lo más duro de la crisis- un cierto reducto de actividad, la buena noticia es el visado de algunas nuevas promociones de viviendas en otros puntos de la Costa del Sol que el año pasado eran un páramo.

Esta reactivación, aunque mínima, es uno los signos que más optimismo despierta en el sector, que en los últimos tiempos también atisba otro dato positivo: el paro en la construcción ha descendido en casi 6.300 personas en Málaga y se sitúa actualmente en menos de 25.500 desempleados.

Los datos del Colegio de Arquitectos, sin embargo, también revelan una gran atonía a nivel general: sólo 36 de los más de 100 municipios de Málaga han visado alguna vivienda en este inicio de 2015. En cuanto a la vivienda protegida (VPO), no se ha visado ninguna en toda la provincia durante el periodo citado.

Otro de los puntos negativos respecto a la precaria salud del sector inmobiliario lo ofrece el número de viviendas acabadas, que en los primeros tres meses de 2015 sí ha registrado un nuevo descenso interanual, en este caso del 20,9%, con sólo 209 inmuebles terminados. Málaga, con 62, y Marbella, con 32, son de nuevo los municipios con mayor peso. Esta cifra representa un nuevo mínimo en la provincia y evidencia que el sector sigue culminando proyectos con cuentagotas, pendiente todavía de terminar de dar salida al stock de viviendas y de que la demanda de vivienda nueva vuelva a reactivarse.

Vargas recordó que estas cifras no concuerdan en absoluto con el ingente número de viviendas empezadas en Málaga hace años, lo que revela que sigue existiendo un parque de inmuebles en el limbo, heredado del boom inmobiliario, que se dejó «a medio construir» tras el estallido de la crisis y que, según sus cálculos, asciende aún a unas 40.000 unidades.