Al norte de Soliva, en la zona denominada Lagar de Oliveros, tanto el Ayuntamiento como la Junta planearon levantar miles de viviendas aprovechando el gran boom del negocio inmobiliario. Pero llegó la crisis y el mercado de la construcción, su principal valedor, se hundió sin remedio.

Ahora, cuando la economía vuelve a remontar tímidamente y la recuperación de los mercados recobra cierto pulso vital, el Ayuntamiento retoma algunos proyectos interrumpidos con la idea de ir preparando el terreno los próximos años.

De esta manera el Ayuntamiento va a disponer en el próximo pleno de abril la aprobación definitiva del plan parcial de Lagar de Oliveros, una promoción de iniciativa municipal donde el planeamiento urbanístico ha diseñado la construcción de 4.700 viviendas de las que 2.585 serían de protección oficial (VPO) y el resto, 2.115 destinadas a la renta libre.

Los pasos siguientes serán los proyectos de urbanización y de reparcelación de los suelos disponibles. Se trata en definitiva de ir cumpliendo los trámites urbanísticos e ir dando los pasos para que esos suelos estén preparados y ordenados y en disposición para que se pueda construir en ellos cuando la economía y las necesidades de nuevas viviendas lo demanden.