Agentes de la Policía Nacional y de Policía Local de Málaga han intervenido ocultos en un compartimento camuflado en el interior de un todoterreno un total de 26 'smartphones' y cuatro tabletas de gama alta, procedentes de hurtos y robos, que iban a ser vendidos de manera ilícita en Marruecos. Por su presunta relación con los hechos se ha detenido a tres personas.

La operación comenzó a principios de abril cuando los agentes recibieron informaciones sobre transacciones comerciales fuera del control administrativo, que se estarían llevando a cabo en las inmediaciones de una casa de compraventa de artículos de segunda mano de la capital.

Después de varios días de investigaciones, se detectó la presencia de un hombre de nacionalidad armenia que presuntamente compraba los teléfonos y las tabletas que procedían, al parecer, de hurtos y robos, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

Posteriormente se observó cómo el propietario de un todoterreno realizaba numerosos contactos con personas que, en las cercanías de una superficie de comercio de artículos usados, captaban a clientes ofreciéndoles más dinero que en la tienda, fuera de los controles que garantizan la procedencia lícita de los artículos comercializados.

Esto propició que la investigación se centrara sobre la pareja que conducía el vehículo, comprobando que, en menos de un año, estas personas habían realizado 50 entradas y salidas entre Marruecos y España.

Finalmente los investigadores interceptaron el pasado 14 de abril a la pareja, un hombre de 31 años y una mujer de 25, a bordo de su vehículo cuando transitaban por una carretera de Marbella (Málaga). Los agentes les dieron el alto, identificaron a los dos ocupantes y realizaron una inspección exhaustiva del automóvil.

Entonces, uno de los agentes de Policía Nacional descubrió una pequeña oquedad en los asientos y palpó un objeto que se hallaba en su interior. Al retirar los asientos y una de las alfombrillas, los agentes descubrieron un compartimento oculto en el que había 26 teléfonos móviles y cuatro tabletas que fueron intervenidos y que tienen un valor de mercado de unos 20.000 euros.

Los agentes, tras comprobar la procedencia ilícita de los mismos detuvieron a la pareja como presuntos autores de un delito de receptación.

Al día siguiente, el 15 de abril, los agentes localizaron a la persona que les suministraba los artículos sustraídos, el ciudadano de origen armenio, que fue arrestado también como presunto responsable de delito de receptación.