El paro volvió a subir en el primer trimestre del año en Málaga, algo desgraciadamente habitual en el periodo de temporada baja turística. La Encuesta de Población Activa (EPA) arrojó ayer una subida de 10.800 parados en la provincia al inicio de 2015 en relación al trimestre anterior, lo que deja el total en 262.900 desempleados y la tasa de paro en el 32,37%, más de dos puntos superior a la de cierre de 2014. La provincia se desmarca así del descenso registrado tanto a nivel nacional como andaluz, con un nivel de desempleo ligeramente por debajo de la media andaluza (33,62%) pero casi nueve puntos superior a la media española (23,78%).

La subida trimestral del paro en Málaga es la tercera más alta de España a nivel de provincia tras Baleares (19.300) y Alicante (14.500). En este caso, a Málaga no le vale apelar a un incremento de la población activa como justificación. De hecho, el número de activos -personas en edad y disposición de trabajar- bajó en 4.800 y se sitúa ahora en los 812.000. Por tanto, fue un periodo de simple destrucción de empleo.

La parte menos mala viene de la comparativa interanual: Málaga tiene ahora mismo 22.900 parados menos que hace doce meses, cuando la EPA arrojó en la provincia un récord histórico de 285.800 personas en el desempleo. La tasa de paro se situaba entonces en el 36,52%. Las cifras parecen reflejar así, como vano consuelo, que los máximos de paro parecen estar quedando atrás.

En cuanto a la actividad, Málaga perdió 15.600 ocupados en los tres primeros meses de 2015 y cuenta ahora con 549.100. Servicios y comercio fueron los sectores con más pérdida de empleo. La cifra de trabajadores, no obstante, es bastante superior a la de hace un año. En concreto, son 52.400 ocupados más en relación al primer trimestre de 2014. Sólo Madrid (105.500) y Valencia (53.800) han ganado más ocupados a nivel provincial en el último año.

Los sindicatos se mostraron ayer muy descontentos con la evolución mostrada por la EPA en este primer trimestre de 2015 y afirmaron que el «escaso crecimiento» percibido a nivel anual tampoco permite que la población pueda atisbar la salida a la crisis. «Seguimos viviendo los efectos de la reforma laboral: la rotación permanente, el empobrecimiento de los trabajadores y escasas variaciones en la tasa de desempleo, dependiendo de la estacionalidad», afirmó el secretario general de CCOO en Málaga, Antonio Herrera. A su juicio, se siguen notando los efectos de una reforma laboral que hace «inviable» la recuperación económica y la generación de empleo estable.

Por su parte, la secretaria general de UGT en la provincia, Auxiliadora Jiménez, valoró los datos de forma «extremadamente negativa» y coincidió en que Málaga sólo genera empleos «unos pocos meses al año». «Han convertido en estructural lo que en principio nos dijeron que era temporal: seguimos con tasas de paro inadmisibles e inaceptables, el empleo existente es precario y temporal», criticó Jiménez en referencia al Gobierno.

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) calificó los datos como «negativos» por reflejar una recaída del empleo y la población activa en el arranque del año, situando a Málaga como la provincia andaluza donde más subió el paro. La patronal lamentó también que la provincia se haya desmarcado de la tendencia nacional y andaluza de bajada del desempleo. Andalucía fue precisamente la comunidad autónoma donde más bajó el paro, con 36.600 desempleados menos.

En España, el número de desempleados bajó en 13.100 personas, hasta 5.444.600 parados, durante un primer trimestre del año en el que se destruyeron 114.300 empleos, un comportamiento que responde al descenso de la población activa, es decir, de aquellos que están o quieren estar en el mercado laboral. El paro bajó en el primer trimestre en ocho comunidades autónomas más Ceuta y subió en las nueve restantes y en Melilla. Los mayores descensos se dieron en Andalucía, Asturias y Murcia y los mayores incrementos en Comunidad Valenciana, Baleares y Galicia. La menor tasa de paro es de Navarra (15,6%) y la mayor, de Andalucía (33,62%).

Hay 22,9 millones de personas que trabajan o buscan empleo, 127.400 menos que hace tres meses, una reducción que se reflejó tanto en el descenso de la ocupación como del desempleo y que ha derivado también en un aumento de siete centésimas de la tasa de paro hasta el 23,78%. Los datos sí muestran que el descenso del paro entre enero y marzo es el mayor registrado en un primer trimestre desde 2005, una tendencia en la que participa también la ocupación, que con la menor caída desde 2008 deja el total de trabajadores en los 17.454.800 personas.

La comparativa interanual revela que el desempleo se redujo en 488.700 personas, un descenso que se concentró entre las personas de entre 20 y 54 años; en tanto que la ocupación se incrementó en 504.200 personas gracias a los ascensos en los servicios, la industria y la construcción.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, resaltó la mejora de los datos en tasa interanual y señaló que «confirman la evolución cada vez más positiva de la economía española», algo que se debe «celebrar porque son buenas sin ambages y sin objeciones». «Menos paro, más empleo y de mejor calidad», afirmó, destacando que se crean nuevos puestos de trabajo en casi todos los sectores, sobre todo en industria y construcción, y que la mayoría son indefinidos.

Desde la oposición, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, calificó de «decepcionantes» los datos que, a su juicio, «no justifican la autocomplacencia» de Mariano Rajoy, y se comprometió a «poner fin a esa desatención y desamparo» con nuevas medidas.