­El dueño de un bar de la capital malagueña denunció este miércoles la «situación de indefensión» que vivió a raíz de ser víctima, durante la madrugada, del robo de su local: el bar La Alegría del Barrio situado en la calle Fernán Núñez, esquina con la calle Góngora. Los agentes que atendieron la llamada de un vecino, alertando de los hechos, y que se personaron en el lugar le dejaron «una simple nota, en un papel sin membrete oficial» para dar fe del suceso.

Eduardo Moreno relata con estupor lo ocurrido: «Es la primera vez en veinte años que nos roban, pero no se entiende lo que han hecho conmigo. Así funciona la policía. Nos han dejado abierto el bar y han podido saquearlo entre las cuatro de la mañana y las siete y media, que es cuando hemos llegado y hemos visto el papelito», remarcó.

El propietario del restaurante, que está localizado en las inmediaciones de la calle Ayala y de la estación de tren María Zambrano, no acertaba a comprender cómo no lo habían podido localizar a lo largo de la noche. «Ha podido ser todo mucho peor, porque todo ha estado abierto hasta que hemos venido al local para abrirlo», aclaraba.

La nota informativa, escrita a bolígrafo en la hoja en blanco de un bloc de notas, rezaba los siguiente: «Ha estado la Policía Nacional esta noche actuando en su bar. Pase por la Comisaría de Distrito Centro sito c/Frailes para interponer denuncia por haber sido víctima de un robo».

Eduardo, después de asegurarse de que una empresa comenzaba los trabajos para repararle los desperfectos sufridos, emprendió su camino para atender lo expresado en el escrito: minutos después de las doce del mediodía interpuso la denuncia en las instalaciones señaladas.

Antes de dirigirse a la comisaría indicó a este periódico cómo se había encontrado el establecimiento: «Los ladrones han destrozado la persiana y se han llevado la caja de la máquina recreativa. Ha podido ser mucho peor, porque cualquiera podría haberme saqueado todo el local».

Acerca del aviso a la policía, Moreno pudo saber también que fue un joven que reside junto al bar el que a las cuatro de la mañana escuchó ruido y dio la voz de alarma a la policía. Él mismo expresó en Facebook lo que pasaba junto a su vivienda, de manera que muchas personas durante la mañana se interesaron por el suceso y el estado del propietario y de sus familiares.

En la denuncia, el propietario expresó literalmente: «Que en su negocio actuó la Policía Nacional, que al no localizarle deja una nota para que venga a Comisaría a denuncia, quedándose el local abierto». Según una portavoz de la policía consultada ayer, este tipo de notificaciones «se usan en casos muy excepcionales, cuando en determinadas circunstancias no hay manera de localizar al propietario».