­Hasta donde ha llegado la investigación, ninguno de los detenidos tiene relación con grupos yihadistas ni se tiene constancia de que las armas vendidas hayan ido a parar a este tipo de organizaciones criminales. Así lo explicaron fuentes cercanas al caso, quienes, sin embargo, subrayaron que las posibles vinculaciones entre el tráfico de armas y las organizaciones terroristas «hacen que la lucha contra esta amenaza sea una de las prioridades tanto de la estrategia de seguridad nacional como de la Unión Europea».

Según los datos con los que cuenta el Ministerio del Interior, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) ha detectado ya cerca de 200 indicios de conexión entre el terrorismo yihadista y grupos dedicados a la delincuencia organizada.

En todo caso, un alto mando de la Guardia Civil explicó que la relevancia no viene dada sólo por el importante número de armas incautadas, «sino por desmantelar el taller clandestino por lo que se ha evitado que estas armas pasasen por este taller llegando al mercado ilícito». En relación al «posible desvío» de armas a la yihad, el investigador recordó que al contrario que ETA, que tenía un aparato logístico muy potente, los yihadistas que operan en Europa y tienen convicción de llevar a cabo un atentado carecen de esas armas, por lo que recurren al mercado negro para acceder a ellas. «Estos grupos consiguen las armas donde pueden y tenemos el ejemplo en el 11M, no tenían una vía logística muy elaborada, y en el terrorismo yihadista es así: saben de las directrices que han dado desde el Estado Islámico de atentar donde puedan y como puedan, ya sea con un vehículo, un cuchillo o con este tipo de armas», añadió el responsable de la Guardia Civil.